Se desconoce cómo, pero las avispas conocen si de los huevos surgirá una hembra o un macho, a pesar de que no difieren unas de otras las celdas donde disponen sus huevos. Sin embargo, es distinta la cantidad de alimento que depositan: dejan cinco orugas por cada huevo correspondiente a un macho, y diez para las hembras. El motivo es porque el tamaño de estas es muy superior al de ellos.