Beber una cantidad adecuada de agua cada día es más que relevante, ya que lubrica las articulaciones y los huesos, regula la temperatura corporal y alimenta el cerebro y la médula espinal.
Cuando nos deshidratamos, la consecuencia visual más inmediata es que nuestra orina se vuelve más oscura pero los efectos negativos van mucho más allá de esta coloración.