No es mentira. Somos críticos acérrimos, despiadados perfeccionistas, inconformistas natos cuando se trata de valorar hechos cotidianos, situaciones económicas y errores «ajenos». Y vale señalar «ajenos». Pocos, y que lance la primera piedra quien considere lo contrario, estamos preparados para, de manera autocrítica, reflexiva y asertiva, asumir la culpa cuando se ha obrado mal.
Qué otro escenario mejor para dar a conocer una noticia que prolonga la guerra en Afganistán. A bordo de un avión militar que lo transportaba a Bogotá, como parte de una gira por América Latina, el secretario de defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, calificó de «paso significativo» el acuerdo estratégico de ocho capítulos logrado con Kabul, que permite la presencia «duradera» de sus fuerzas en el país centroasiático.
Es muy difícil explicar por qué el Gobierno de este país continúa con la guerra en Afganistán, así como que mantenga miles y miles de soldados en aquella región.
Me agradó de tal manera aquel cartel, colocado en la puerta de la consulta, que lo copié de un tirón íntegramente: «Un paciente es la persona más importante que haya entrado nunca a un hospital. Un paciente no depende de nosotros, nosotros dependemos de él. Un paciente no interrumpe nuestro trabajo porque él es el objetivo de nuestro trabajo. No le hacemos el favor de atenderlo; él nos hace el favor de darnos la oportunidad de atenderlo».
Robar es una palabra repulsiva. Por su tenebrosa catadura, las personas decentes, amén de abominarla, pasan por su lado de puntillas y tapándose la nariz. Sin embargo, ¡cuánta virtud ha venido a menos con sus engañifas! Porque no pocas veces su modus operandi embrolla a los incautos y les vende gato por liebre.
¿Cuánto más se le puede pedir a la economía cubana? Los especialistas indican que esta ha sufrido golpes muy duros. Hemos debido sortear una crisis sobre otra crisis. Una encima de la otra sin superarse ambas y todas sus complejas secuelas. Se nos vino encima aquello de que: «a quien no quiere caldo… le dan tres tazas».
Remedando la frase de París bien vale una misa, que se dice pronunció Enrique IV al tener que abjurar al protestantismo y declararse católico para acceder al trono, los diez candidatos que se disputan este domingo 22 de abril la presidencia de Francia luchan a brazo partido por acceder al Palacio de Elíseo, una puja que se espera sea decidida definitivamente en segunda vuelta el 6 de mayo próximo. Las encuestas aseguran que ningún contendiente obtendrá ahora mayoría absoluta.
Lo vi en las fotos, mientras le entregaban esta semana la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez. Sus labios se apretaban como en una sonrisa contenida. Pero uno, que lo conoce de tantos momentos de estar juntos como los dedos de las manos, intentando justificar nuestra profesión con actos de honradez, intuía que la pretendida sonrisa era la lágrima mordida para que la emoción no se despeñara.
Cincuenta y un años se celebraron este 19 de abril de la decisiva victoria del pueblo cubano y su Gobierno revolucionario en Girón, sobre la expedición armada del Gobierno de Estados Unidos utilizando a cubanos trabajando a su servicio. Esa extraordinaria victoria determinó los destinos de la patria al afianzar la voluntad del pueblo cubano de defender a cualquier precio su derecho a ser libre. Principalmente libre de Estados Unidos.
No se puede decir que lo planificó —a nadie le gusta despedirse de este mundo— pero, como azar del destino, el eterno joven cubano y pinero adoptivo Juan Colina la Rosa, historiador y amigo, dijo adiós el día en que los protagonistas de sus sueños celebraban con merecida alegría los 50 años de la Unión de Jóvenes Comunistas.