Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Sorriba, dos no jits consecutivos con carreras

Juventud Rebelde se acerca a la hazaña poco común del serpentinero agramontino Douglas Sorriba

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

En la edición del miércoles 22 de enero comentamos sobre la gran hazaña del fallecido lanzador Tomás Aquino Abreu Águila, quien en la 5ta. Serie Nacional se convirtió en el único serpentinero que ha propinado dos no jits no run consecutivos en los clásicos beisboleros cubanos, al dominar por esa vía a Occidentales e Industriales, los días 16 y 25 de enero de 1966, respectivamente.

Poco se habla sobre el agramontino Douglas Sorriba que, en su temporada de debut, se acercó a la proeza de Aquino, pues el derecho nacido en Nuevitas, el 11 de diciembre de 1944, logró lo más difícil: dejar sin indiscutibles a Henequeneros y Vegueros, respectivamente; pero no pudo completar la parte más fácil de la tarea —si es que así puede decirse—: no tolerar carreras.

El 9 de enero de 1968, Sorriba, luciendo la franela de Granjeros no le soportó inatrapables a Henequeneros, que escapó de la lechada en el segundo capítulo, cuando Ervin Walters recibió base por bolas, adelantó a la intermedia por passed ball de Erinaldo Morales y luego ancló en tercera por un wild pitch, para ser remolcado desde allí por fly de sacrificio de Tomás Soto al jardín central.

Contra Vegueros, el 16 de enero de 1968 —día en que se cumplían dos años del primer no jit no run de Aquino— se rompió el encanto en el quinto episodio, entrada en la que Luis Miranda se embasó al caérsele la pelota a uno de los jardineros, llegó a tercera por wild y posteriormente pisó la goma, aprovechando una conexión de Braulio Rodríguez por segunda base. Ambos desafíos concluyeron con igual marcador: 4 carreras a 1.

Caso curioso el de Sorriba que solo actuó en dos campeonatos. En ese de 1967-1968, en el cual Granjeros culminó en el séptimo puesto con saldo de 49 y 49. Douglas ganó nueve encuentros y perdió cuatro y trabajó para 2.57 de efectividad. Salió airoso en sus seis primeras decisiones, cadena que perdió el 6 de febrero de 1968, al ceder ante sus comprovincianos camagüeyanos, con pizarra de 2 a 4. 

En la siguiente justa, igualmente con el uniforme de Granjeros, que finalizó en el quinto peldaño, exhibió balance de 2 y 3. De tal suerte, en sus dos incursiones por nuestras series nacionales este lanzador que le picó cerca a la proeza de Aquino ganó 11 partidos y sucumbió en siete. Hace algunos años conversé con él y si mal no recuerdo me confesó que se vio precisado a alejarse de la pelota por problemas personales.

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