La participación ciudadana es un elemento fundamental en los procesos que se desarrollan en cualquier país. Fortalece la democracia y construye una sociedad más justa y equitativa. En Cuba, esta participación adquiere una relevancia especial, dada su historia y el contexto socio-político actual.
Ser parte de la solución es, sin lugar a dudas, una oportunidad para ejercer nuestro derecho ciudadano y tener un rol activo a favor de los intereses comunes.
Hoy en día, en Cuba se desarrollan procesos cruciales para garantizar que las decisiones tomadas por el Gobierno sean representativas de la voluntad del pueblo y tributen al desarrollo del país.
La participación popular es clave, pues nos asiste el derecho de contribuir a la creación de políticas que promuevan la equidad social, la inclusión y el bienestar general, en consonancia con el compromiso del país con la justicia social y la igualdad.
Es esencial fomentar y promover la participación ciudadana en todos los niveles de la sociedad cubana. En los barrios, por ejemplo, es una manera de fortalecer la organización popular en el territorio, lo que puede llevar a la construcción colectiva de bienes comunes y espacios deseados.
Cuando las personas protagonizan las transformaciones, el resultado en su cuidado y uso eficiente y adecuado es una garantía.
Además, esta participación es una forma de impulsar los programas de Gobierno. Como ha expresado en varias oportunidades el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la sabiduría ciudadana es el mejor método para diseñar y gestionar los programas de desarrollo en cada localidad.
Está comprobado (y no solo en nuestro país, sino también a nivel global) que es posible mejorar la calidad de vida de la población. Por ejemplo, en varios barrios de Cuba se promueve hoy la integralidad del trabajo comunitario y el trabajo social para propiciar
una vida armónica, de respeto a las personas, y además de avance y desarrollo.
En ese sentido, es válido aclarar que estos procesos de transformación con participación popular no son nuevos en Cuba. Así lo afirma Giselle Armas Pedraza, profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en una publicación de Cubahora, en la que referencia varias experiencias en ámbitos socioculturales, ambientales y estéticos. Este acto se ha convertido en una herramienta fundamental para que la comunidad ejerza el Poder Popular.
Si convives en comunidad y sientes la necesidad de mejorar tu vida y la de tus seres queridos (familiares, amigos y vecinos), contribuye entonces al bienestar colectivo, empodérate y súmate a los procesos de transformación barrial y comunitaria.
Participar es también una vía que nos conduce a la construcción de la sociedad justa y equitativa que deseamos para Cuba y los cubanos.
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