Más ropa y estilistas que política, ese fue el quehacer de la candidata frustrada, y sin embargo...
Foto: The Telegraph Convertida en un boomerang, el arma desplegada por los republicanos para intentar parar a Barack Obama, la gobernadora de Alaska, Sarah Palin —con sus comentarios inexpertos e indoctos—, hirió de gravedad las aspiraciones de John McCain, y todavía sigue dando quehacer...
Aquel gasto escandaloso de 150 000 dólares en ropa y peluqueros, para ella y su familia, se está multiplicando. La revista Newsweek reportó que varios empleados del equipo republicano pasaron facturas de compras hechas con sus tarjetas de crédito para el marido de la «vicepresidenta» frustrada. Se estima que la Palin destinó entre 20 000 y 40 000 dólares para vestir a su consorte.
Es un «despilfarro indignante», escribió la publicación, que en otro trabajo sobre el mismo tema no la dio como ganadora de la carrera por la moda, a pesar de esos gastos suntuosos en la que situaron como contendientes a Michelle Obama, la esposa del presidente electo y Cindy McCain, la cónyuge del perdedor. «Pero Obama barrió en la carrera con su elegante sencillez», sentenciaron.
«Palin fue más una descontrolada postal de moda-2008 que una política», decía el artículo sobre esa arista de la vanidad en el proceso electoral estadounidense, y revelaba que había usado en la Convención Nacional Republicana guardarropa del famoso modisto Oscar de la Renta y diamantes, todo por valor de 300 000 dólares. Supongo que esa sería la factura que le llegó «a un donador acaudalado, que se impactó cuando recibió la cuenta», citaba Newsweek a sus informantes del equipo republicano.
Nada de regateos para un momento en que debía demostrar que «estaba lista para el Día». Pero ese día no les llegó, y sí están ahora los reclamos de cuentas por parte de los asesores que por detrás criticaban el gasto excesivo en tiendas de lujo, aunque mantuvieron al margen al senador McCain para evitar problemas.
Sin embargo, estas parecen ser minucias para los líderes conservadores republicanos que se reunieron en Virginia el jueves a fin de valorar el cubo de agua fría que significó el resultado de las elecciones presidenciales. Sobre ese conciliábulo, que apunta a las elecciones de 2012, también informa Newsweek, y al parecer consideran a Sarah Palin un disparo seguro para ser la corredora principal del Grand Old Party (GOP) dentro de cuatro años.
Mucho nos reímos con la entrevista de chacota que le hicieran unos humoristas canadienses, pero no olvidemos que ella, que hablaba en serio y bien creída de la situación, admitió su disposición a presentarse como candidata a la presidencia en el próximo ciclo...
Ya hay sugerencias de que podría comenzar a reunirse con líderes locales del conservadurismo y, por supuesto, aprovechar el encuentro anual de febrero de la Conservative Political Action Conference, para hacer «amigos» y «relacione». El consejo viene de Tony Perkins, presidente del Family Research Council, un prominente tanque pensante conservador cristiano, y otros ya le susurran que debe empezar a utilizar su «nuevo pasaporte» y no solo lo que puede ver desde Alaska. «Conviértase en una autoridad en conservatismo económico, política exterior, temas de defensa y temas sociales», le propone Wendy Wright, presidenta del grupo conservador Concerned Women for America (Mujeres Preocupadas por América, bueno, recuerde que ahí debe leer Estados Unidos).
Un analista de AP recién reveló que en el poblado de Wasilla, donde Sarah Palin fue alcaldesa, ya están en venta camisetas que dicen «Palin para el 2012»...
Y no echemos a un lado la frase que le dedicó John McCain tras la derrota: «es una voz nueva e impresionante en nuestro partido».
Pero algún lector de Newsweek hizo su propio análisis y llegó a esta conclusión opuesta a las aspiraciones de esos conservadores: «La última cosa que América necesita es un presidente que acolchone cuentas de gastos y se convierta en el malversador-en-jefe».