Sumario Voluntarios apasionados de la radioafición garantizan la comunicación cuando en tiempos de tormenta los medios tradicionales fallan Texto y foto LAURA BRUNET PORTELA corresponsales@juventudrebelde.cu EL NICHO, Cienfuegos.— Mientras subo por el corto camino empedrado de la casona de madera, escucho sus códigos y señas sonoras. Asomo, indiscreta, por la ventana de la casa, porque tan amplio alfeizar y el alboroto del morador invitan a mirar. Cuelgan de las paredes tantos aparatos extraños que no puedo nombrar. Un hombre sin camisa y en chancletas, apostado en la comodidad de su hogar, intercambia frases a través de un radiotransmisor. «Por acá cumpliendo una misión de la comunicación alternativa, apoyando a la Defensa Civil. Ahora mismo ya está lloviendo», le responde un colega desde Centro Cubano, otro asentamiento en el macizo montañoso de Guamuhaya, con peligro de quedar aislado ante intensas lluvias. Los radioaficionados se alistan para ser la voz de la serranía cuando fallen los teléfonos. La Tormenta Tropical Elsa no los asusta, los pone en alerta. Activa protocolos ya enraizados en experimentados de esta comunicación de otro siglo como Omar Capey Rodríguez. «Aunque estemos en la era digital, los radioaficionados seguimos siendo vitales. Cuando los teléfonos colapsan, cosa que suele pasar en estos lugares intrincados, aquí automáticamente nos quedamos incomunicados. Entonces nosotros mantenemos el contacto», explicó Capey Rodríguez. No ha habido evento meteorológico sin complicaciones para este radioaficionado sureño. «Difíciles, difíciles casi todos», ratifica. Recuerda la apendicitis de una joven en Hanabanilla, el susto de madrugada con una niña enferma, accidentes y otras complicaciones en que los radioaficionados han dado la voz. En cuanto Elsa lance su azote sobre las montañas cienfuegueras, Capey Rodríguez muda a su familia y el equipo de transmisión hasta el consultorio cercano. Allí resguarda sus más preciadas pertenencias, mientras sigue al habla con colegas de Centro Cubano, San Blas, Camilo Cienfuegos y otros asentamientos de la montaña.