El Primer Ministro llevó a la Cumbre Mundial de Gobiernos la experiencia de Cuba en la consolidación de un sistema de dirección basado en ciencia e innovación. Autor: Estudios Revolución Publicado: 12/02/2024 | 08:59 pm
DUBAI, Emiratos Árabes Unidos.—Una invitación a trabajar por un mundo de paz, que permita el pleno desarrollo de nuestras sociedades, hizo el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, al intervenir este lunes en la décima edición de la Cumbre Mundial de Gobiernos, que se desarrolla en esta ciudad con el propósito de dar forma a los Gobiernos del futuro, desde la ciencia, la tecnología y la innovación.
Cuba ha participado en las últimas tres ediciones de este foro internacional, pero, por primera vez, lo hace con una delegación de alto nivel, lo cual refleja su compromiso con los objetivos y temas del evento. En tal sentido, Marrero Cruz agradeció «la cálida hospitalidad del pueblo y Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), así como la oportunidad de participar en esta nueva edición del evento».
Las palabras del Primer Ministro —ante las más de 120 delegaciones gubernamentales, 85 organizaciones internacionales y unos 4 000 expertos que participan en la Cumbre— fueron una confirmación de que la Mayor de las Antillas continuará promoviendo la solidaridad, la complementariedad, la cooperación y el diálogo entre los pueblos para demostrar que un mundo mejor es posible.
En la cita se recordó que la humanidad ha alcanzado un potencial científico-técnico inimaginable; sin embargo, nunca antes el planeta fue tan
desigual y la inequidad tan profunda. Al respecto, el Jefe de Gobierno expresó que «un nuevo orden internacional más justo, democrático y equitativo podría asegurar niveles de vida dignos para las generaciones actuales y futuras».
Marrero Cruz reiteró nuestra solidaridad e inquebrantable respaldo al hermano pueblo palestino ante el genocidio que ocurre en sus territorios ilegalmente ocupados.
En otro momento de su intervención, y en consonancia con los temas de análisis del foro, aseguró que la ciencia, la tecnología y la innovación deben ser componentes esenciales del debate político asociado al desarrollo, y recordó la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en septiembre de 2023 en La Habana, bajo la presidencia cubana del Grupo de los 77 y China, la cual logró un debate sustantivo en relación con este tópico.
Apuntó que la Declaración final adoptada en el importante evento incluye un conjunto de acciones prácticas para hacer frente a los acuciantes problemas que enfrentamos, desde una perspectiva del Sur.
La transformación digital y la inteligencia artificial, dos puntos esenciales de la cita, también tuvieron reflejo en la intervención del Primer Ministro, pues estas deben desarrollarse para responder a las necesidades de nuestros pueblos y, por tanto, se requiere financiamiento para inversiones en infraestructura, servicios, capacitación y transferencia de tecnologías sin condicionamientos.
Apuntó que un desafío a superar es la gran concentración de las tecnologías de producción digital de avanzada. Asimismo, aseveró que la creciente privatización del conocimiento debe cesar, pues plantea limitaciones al progreso y a las soluciones científicas de los problemas, además de agravar las condiciones socioeconómicas de los países en desarrollo.
La experiencia cubana
Son muchos los desafíos que tiene Cuba en algunos de los temas que ha convocado la Cumbre; sin embargo, hemos consolidado un sistema basado en ciencia e innovación como pilares fundamentales de la gestión del Gobierno. Fue esa experiencia la que se presentó a los participantes en este importante encuentro global, comprometido con un mañana mejor.
«Todo este sistema prevé un diálogo sistemático entre los científicos, expertos y académicos con el Gobierno, así como la interacción con los restantes actores sociales para asegurar que la ciencia y la innovación cumplan las funciones sociales», ilustró Marrero Cruz, quien comentó que nuestro país fomenta de manera sostenida la educación, en particular, la educación superior con grandes potencialidades y capacidades científicas y tecnológicas.
No dejó de referirse al gran desafío que nos impuso la pandemia de la COVID-19, la cual demandó el fortalecimiento de la soberanía tecnológica en el campo de la salud. Ello, dijo, fructificó con su mejor expresión: la creación de tres vacunas cubanas y otros dos candidatos vacunales contra esa enfermedad.
«Todo ello lo hemos hecho bajo muy difíciles condiciones. Para nuestro país la tarea del desarrollo es especialmente dura. El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos es el mayor obstáculo para nuestro desarrollo y una violación flagrante y sistemática de los derechos humanos de nuestro pueblo».
Al respecto, Marrero Cruz aprovechó el espacio de la Cumbre para agradecer la solidaridad de los pueblos y gobiernos en nuestra lucha contra esa criminal política.
Al hablarles a los jefes de Estado y Gobierno, representantes del sector privado, organismos internacionales, academia y sociedad civil participantes en la Cumbre, reconoció que es inaceptable que, en medio del más colosal desarrollo científico-tecnológico, el mundo haya retrocedido tres décadas en la reducción de la pobreza y el hambre. «No se podría hablar seriamente de avance tecnológico o de acceso equitativo a las comunicaciones, explicó, cuando más de 84 millones de niños permanecen sin escolarizar y más de 660 millones de personas no tienen electricidad», afirmó Marrero Cruz.
Una cumbre por el futuro
Bajo el lema Dar forma a los gobiernos del futuro, la décima edición de esta Cumbre prevé una veintena de reuniones ministeriales y mesas redondas, foros, más de 200 oradores y unas 120 sesiones interactivas, así como talleres con la certeza de que un mundo mejor es posible, si se potencian la solidaridad entre los pueblos y la integración por encima de las diferencias.
Precisamente, al inaugurar esta cita —que se extenderá hasta el próximo 14 de febrero—, Mohammad Abdullah Al Gergawi, ministro de Asuntos del Gabinete de EAU y presidente de este foro, exhortó a resolver los desafíos de la humanidad en lugar de promover conflictos. Apoyemos la paz y no la guerra, maximicemos los beneficios de la aplicación de la ciencia y la tecnología en ese camino, expresó.
«Diecisiete billones de dólares anuales es el costo de los conflictos y la violencia en todo el mundo. Si utilizáramos solo el seis por ciento de este costo, se podrían cubrir los desafíos más importantes a los que se enfrenta la humanidad, como eliminar el hambre y el analfabetismo, tratar el cáncer y suministrar agua potable», agregó.
Al Gergawi mencionó que la esperanza de vida se duplicó en los últimos 200 años, existe un mayor auge del conocimiento, además de que el planeta está más interconectado. No obstante, lamentó que esta no es la realidad para todos y ello depende de la voluntad para emplear los recursos y las tecnologías en favor de esos propósitos. El Ministro de Asuntos del Gabinete de EAU enfatizó, además, en el papel principal que desempeñan los gobiernos a la hora de prever y dar forma al futuro.
Por su parte, el profesor Klaus Martin Schwab, fundador y presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial, resaltó que la Cumbre ha promovido un modelo único para la colaboración internacional. Mientras nos encontramos en la encrucijada de la revolución tecnológica y la interconexión global, las decisiones que tomemos hoy no solo darán forma al futuro inmediato, sino que tendrán eco en las civilizaciones del mañana, apuntó.
También en esta jornada se escuchó la voz de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aseguró que el Acuerdo internacional para la preparación y respuesta a las pandemias es una misión crítica para la humanidad y debía completarse para su adopción en la Asamblea General de la OMS en mayo de este año.
En consonancia con ello, afirmó que, a pesar de haber sobrepasado la pandemia de la COVID-19, el mundo continúa sin estar preparado para enfrentar ese tipo de emergencias. Durante estas jornadas, la delegación cubana participará en los debates sobre la aceleración y transformación de los gobiernos, la inteligencia artificial y próximas fronteras, las sociedades del futuro y la educación, la sostenibilidad y los nuevos cambios mundiales. A la par, desarrollará un amplio programa bilateral.