La confrontación chino-estadounidense exacerbada por EE. UU. ha impactado profundamente en la geopolítica internacional. Autor: Getty Images Publicado: 10/02/2024 | 09:22 pm
De forma abrumadora, 92 votos frente a cinco, el Senado en Washington ha confirmado a todo un halcón en las relaciones exteriores, especialmente contra China y sin dejar atrás a Rusia, como subsecretario de Estado, el número dos como máxima autoridad de la diplomacia estadounidense.
No se ha designado aún su relevo en el cargo que ocupaba hasta ahora, coordinador de Asuntos del Indo-Pacífico en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca de Joseph Biden, un terreno donde pisa firme y belicosamente desde hace muchos años, también en el campo de los negocios. Un breve repaso a su currículo lo revalida.
Además de fundarlo, Kurt Campbell es presidente y consejero delegado del Asia Group, LLC, un grupo de gestión de capital y asesoramiento estratégico, y también es presidente del Center for a New American Security (Centro para una Nueva Seguridad Americana, como les gusta nombrarse).
Agregue que fue vicepresidente senior y director del Programa de Seguridad Internacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, y ocupa la cátedra Henry Kissinger de Seguridad Nacional. Todavía no es todo, anteriormente fue subsecretario adjunto de Defensa para Asia y el Pacífico en el Pentágono, al que se incorporó en 1995, y a donde llegó de haber sido consejero especial adjunto del presidente Clinton para el TLCAN (Tratado de Libre Comercio para América del Norte) y miembro del personal del Consejo de Seguridad Nacional. También ha impartido clases en la John F. Kennedy School of Government y fue director adjunto del Center for Science and International Affairs de Harvard.
¡Guaooo!, de que es una gente prominente y de vieja data en el mundo de los asuntos internacionales no hay dudas. Y así de sobresaliente, punzante, belicosa y hasta apocalíptica es su visión sobre China, la que de seguro le certificó su aprobación este miércoles en el Senado.
El 19 de octubre de 2005, casi dos décadas atrás, compareció ante el programa de Asuntos Públicos del Consejo Carnegie, cuando la atención de la clase política y los que verdaderamente mandan detrás de ese poder se centraban en «la guerra contra el terrorismo», y allí Campbell fue a exponer sobre «las ambiciones de China y el futuro de Asia» y dijo, en esencia, que «bien podría ser que, dentro de 20 o 25 años, la cuestión dominante en retrospectiva fuera en realidad el ascenso de China, y que la dinámica asiática fuera en realidad más significativa que estas cuestiones que probablemente nos acompañarán durante algún tiempo en el futuro en el Medio Oriente».
Siguiendo su extensa disertación de hace 20 años, Campbell hizo un símil con el cuento infantil de Blanca Nieves y la madrastra preguntándole al espejo mágico quién era la más bella en el reino: «Lo que está sucediendo en Asia es algo similar, excepto que el espejo en realidad no nos responde. Le preguntamos al espejo: “¿Quién es el país más poderoso, más viril y económicamente más importante de Asia?”. Nuestra respuesta a nosotros mismos es: “Estados Unidos”. Creo que, desde cualquier punto de vista agregado, esa es una respuesta correcta. Pero si le preguntan a la mayoría de las personas que trabajan mucho en Asia, en el ámbito diplomático, en el ámbito militar, en la comunidad estratégica, en el contexto comercial, no hay competencia, amigos míos. El país dominante en Asia hoy es China, de una manera que, si nosotros, los estadounidenses, realmente lo apreciáramos, nos alarmaría. Sin embargo, cuando digo que nos alarmaría, no significa que China esté avanzando en formas que inevitablemente desafiarán a Estados Unidos».
Pues parece que sí, la lectura entre líneas de la política estadounidense está en el nombramiento del experto Kurt Campbell en el puesto clave como segunda autoridad en las relaciones internacionales, quien en aquel enjundioso razonamiento de hace 20 años dijo: «Tener una presencia militar en Asia realmente importa enormemente».
Campbell trabajó en el Departamento de Estado de la administración Obama de 2009 a 2013 y, según destaca antiwar.com, supervisó una política conocida como el «pivote» de Asia, que inició el fortalecimiento militar estadounidense en la región para prepararse para una futura guerra con China.
No ha variado un ápice en esa línea de pensamiento. En 2021, subrayó que, respecto a China, el «período que se describió ampliamente como compromiso ha llegado a su fin» y que el «paradigma dominante» en la relación entre Estados Unidos y China sería la competencia.
La etapa Trump, quien llegó al poder de la Casa Blanca con los nada desdeñables, por peligrosos, lemas de «Make America Great Again» (Hacer a Estados Unidos grande otra vez) y «America First» (Estados Unidos primero), reforzó dicha ruta, esa agenda para la acción, cuando se intensificó el conflicto en los espacios de la guerra comercial y los encontronazos y competencias en la alta tecnología entre las dos más grandes economías del mundo, lo cual, a no dudarlo, tuvo graves implicaciones en los mercados internacionales. Ni siquiera la desastrosa pandemia de la COVID-19 detuvo al gigante asiático.
Biden, ya se sabe, sigue pisando sobre las huellas dejadas por el trumpismo aunque diga lo contrario, y desde entonces, las tensiones entre Washington y Beijing han ido in crescendo, con Estados Unidos no solo imponiendo sanciones económicas, sino también incrementando las provocaciones militares en el Indo-Pacífico que tan bien conoce Kurt Campbell, y sobre todo con el soporte a Taiwán, que entró en los números multimillonarios del año fiscal estadounidense 2023 con 500 millones de dólares en armamento y está en el debate del nuevo presupuesto.
Campbell remplaza a Wendy Sherman, quien se jubiló en julio de 2023 y, reiteramos, no importa el conflicto ucraniano, ni los terribles acontecimientos que pueden sobrevenir en el Medio Oriente por la masacre que ejecuta Israel contra el pueblo palestino en Gaza y en los territorios ocupados, Asia está priorizada en las intenciones de dar continuidad a los planes hegemónicos de Estados Unidos y en especial enfrentar a China, porque ella es claramente el valladar de la Gran Muralla
Antiwar.com en su comentario asegura que Campbell también es un halcón para Rusia, y recordó que en 2022 afirmó que Estados Unidos podría sostener dos teatros de guerra como lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
«Es difícil. Es caro. Pero también es esencial, y creo que estamos entrando en un período en el que eso es lo que se le exigirá a Estados Unidos y a esta generación de estadounidenses», afirmó en referencia a China y a Rusia.
Riesgosa la apuesta de Biden cuando está casi finalizando su mandato y casi nadie le da ventaja para renovarse en el cargo.