NACIONES UNIDAS, septiembre 20.— El llamamiento a la acción es urgente. Fue realizado por el secretario general de la ONU, António Guterres, en la Cumbre sobre la Ambición Climática este miércoles, donde dijo que la humanidad se encamina hacia un aumento de la temperatura de 2,8 grados celsius, lo que incrementa el peligro y la inestabilidad, razón por la cual instó a los líderes mundiales a acelerar sus esfuerzos para reducir las emisiones y lograr la transición hacia las energías limpias. Llamó a la solidaridad y a la justicia climática.
La advertencia —hecha desde el Salón de Conferencia No. 4 de la sede de la ONU, donde sesionó esta Cumbre, y concluyó en la Sala de Ecosoc— fue dura sobre las nefastas consecuencias de la inacción y puntualizó la necesidad de evitar desastres climáticos en cascada a través de una transición energética justa y equitativa, antes de que sea demasiado tarde.
Guterres señaló que con la aceleración de los fenómenos meteorológicos extremos, «la humanidad ha abierto las puertas del infierno», describiendo escenas angustiosas sobre agricultores que ven impotentes cómo las inundaciones arrasan sus cosechas, la aparición de enfermedades virulentas debido al aumento de las temperaturas y el éxodo masivo de personas que huyen de incendios forestales históricos.
Pese a ello, «el futuro no está decidido», y el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC aún es alcanzable.
Sin embargo, advirtió que «llevamos décadas de retraso» y pidió a los principales emisores un Pacto de Solidaridad Climática, al tiempo que reclamó a los países ricos que apoyen a las economías emergentes para capear la crisis.
Al respecto, la Agenda de Aceleración de la acción climática pide a los países desarrollados que lleguen a cero emisiones netas lo más cerca posible de 2040 y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, y poner fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, «que según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron la increíble cifra de siete billones de dólares en 2022».
«Todas las partes deben poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños en la COP28», instó, y recordó a las naciones desarrolladas el compromiso de 100 000 millones de dólares, reponer el Fondo Verde para el Clima y duplicar la financiación para la adaptación.
Entre los presentes estaban Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Canadá, y Sudáfrica y muchos países en primera línea contra el impacto del calentamiento, como Barbados, Samoa o Tuvalu.
Sin embargo, este encuentro de «sentido común», faltaron algunos de los más contaminadores. Por ejemplo, el presidente Joe Biden, de EE. UU, a pesar de estar en Nueva York.
Por la descarbonización
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que todos los países deberían tender a cero en corto plazo la producción y la demanda de petróleo, carbón y de gas en defensa de la vida y reiteró una de las banderas de lucha más importantes para hacer frente al cambio climático, la descarbonización.
Si no se frena el cambio climático, así se hagan todos los esfuerzos por salvar la Amazonía, no se va a lograr, porque mientras en el norte están las grandes chimeneas y los gases de efecto invernadero fluyendo, en el sur está la esponja, cada vez más débil, dijo.
Por su parte, el presidente de Surinam Chandrikapersad Santokhi, abogó por compensaciones para países como el suyo, con grandes extensiones de bosque, por su capacidad de actuar como sumideros de carbono. Dijo que los líderes mundiales le deben a las generaciones actuales y futuras trabajar juntos, única manera para que los Objetivos Globales para el Desarrollo Sostenible sean «faro brillante de esperanza y progreso para todos».
El presidente de Chile, Gabriel Boric, destacó que, a pesar de las «buenas intenciones» de los dirigentes presentes en la Cumbre, «hay un sector minoritario de la sociedad, pero muy poderoso, que no se somete a estos debates, ni a las reglas democráticas, ni a los acuerdos que multilateralmente alcanzamos», citando a algunas multinacionales y al capital financiero internacional.
Pedro Sánchez, presidente de Gobierno de España, abogó por compromisos nacionales más ambiciosos para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y en favor de las energías verdes. Reiteró la necesidad de financiación adecuada y apoyó una nueva arquitectura financiera internacional.
Tres vías frente a la crisis
La Cumbre sobre la Ambición Climática, con apenas una jornada de sesión, presenta tres vías de aceleración frente a esa crisis: la ambición, credibilidad e implementación para analizar la mejor manera en que el mundo pase de los combustibles fósiles a la energía verde.
Ha habido muchas reuniones sobre el clima, pero esta es única, pues representa un hito político crucial: los 193 Estados miembros de la ONU pudieran estar presentes en busca de una voluntad colectiva mundial para hacer un planeta más justo, más verde y limpio para todos.