NACIONES UNIDAS, noviembre 9.— El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que México propondrá en los próximos días a la Asamblea General de la ONU un «plan mundial de fraternidad y bienestar» para «garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios».
Al intervenir en condición de jefe de Estado y no como presidente del debate sobre desigualdad que se celebra en el Consejo de Seguridad, AMLO explicó que la propuesta se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes: el cobro de una contribución voluntaria anual del cuatro por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta, una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes y una cooperación del 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de cada uno de los países del Grupo de los 20 (G20).
«De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares», afirmó el Presidente, según recoge el multimedio ruso RT.
López Obrador dijo que esos recursos deberán llegar a los beneficiarios «de manera directa, sin intermediación alguna», mediante «una tarjeta o un
monedero electrónico personalizado». Cuando se entregan fondos —consideró—, supuestamente para ayudar a los pobres, a organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil u otras, en muchos casos el dinero se queda en aparatos burocráticos o sirve para «pagar oficinas de lujo».
La iniciativa requeriría que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) colaboraran en la creación de la estructura requerida y hacer un censo desde 2022 de los más pobres del mundo. «Una vez definida la población objetivo en cada país, se comenzaría a dispensar los recursos», que en su idea podrían ser para pensiones a adultos mayores y a niños con discapacidad, becas a estudiantes, apoyos a sembradores y a productores juveniles, así como vacunas y medicamentos gratuitos.
«No creo, lo digo con sinceridad, que alguno de los miembros permanentes de este Consejo de Seguridad se oponga a nuestra propuesta, pues esta no se refiere a armas nucleares o invasiones militares ni pone en riesgo la seguridad de ningún Estado; por el contrario, busca construir estabilidad y paz por medio de la solidaridad con quienes más necesitan de nuestro apoyo», enfatizó el Presidente mexicano, cuyo país preside en noviembre el Consejo de Seguridad de la ONU.