Foot cover de Noticia Autor: Juventud Rebelde Publicado: 14/07/2025 | 11:05 pm
La historia de Cuba como sostén ideológico del proyecto nacional cubano fue un punto central en la agenda de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente durante la primera jornada de reuniones de las comisiones permanentes de trabajo que anteceden al 5to. Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su 10ma. Legislatura.
Preservar y proteger la historia hoy es esencial, tenemos que asumir desde el marxismo y desde el socialismo cada uno de los análisis, medidas y acciones que forman parte del programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, según destacó en la comisión Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
«Es importante comprender este proceso desde la integralidad que trasciende a los organismos formadores, y compete a organizaciones estudiantiles y juveniles como la UJC», agregó. Morales Ojeda se refirió a las rutas históricas que se han realizado en lo que va de año, como buenos ejemplos que estimulan el interés de las nuevas generaciones por los hechos históricos.
Por su parte, la ministra de Educación, Naima Trujillo Barreto, explicó que es oportuno tratar el tema con transparencia, pero también es preciso analizar sus retos.
Hace dos años se articula una red de actores para fortalecer la enseñanza de la Historia de Cuba a todo lo largo del país, logrando la integración de escritores, artistas, periodistas y líderes de opinión. En estos últimos se busca insertar jóvenes, para quienes, a veces, resulta retador transmitir este tipo de conocimientos. Sin embargo, existen ejemplos positivos, destacó.
«A pesar de los esfuerzos realizados sigue siendo requerida la adopción de nuevas acciones, modos de actuación y pasos más coordinados a nivel nacional desde todos los actores que intervienen», señaló Jorge Luis Aneiros Alonso, director de la Oficina de Asuntos Históricos y presidente de la Unión de Historiadores de Cuba.
En ese sentido, los diputados coincidieron en la necesidad de que los ministerios de Educación, Educación Superior, Cultura, así como el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y el Instituto de Información y Comunicación Social, estrechen aún más sus relaciones con la Unión de Historiadores de Cuba, y rearticulen los diferentes convenios de colaboración existentes, en aras de analizar opciones que optimicen la transmisión del conocimiento histórico en todas las esferas de la sociedad.
Por otra parte, Modesto Ricardo Gómez Crespo, rector de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría explicó que tras el paso de la COVID-19 el sistema educacional cubano sufrió un fuerte impacto del que se está recuperando con estabilidad, pero también con limitaciones. El comportamiento en las matrículas de las carreras de la especialidad en los últimos tiempos ha tenido un notable decrecimiento.
Con el objetivo de ofrecer acciones para revertir este escenario, Aneiros Alonso propuso realizar un proceso político y comunicacional para fomentar el ingreso a las carreras que se especializan en estudios de la Historia y el marxismo-leninismo.
«Se está valorando otorgar la carrera directamente a los estudiantes con mejores resultados en los Concursos Provinciales de Historia. También planeamos realizar junto al MES cada tres años, apuntó, el Taller Nacional de la carrera de Historia, así como trabajar en el mantenimiento y atención a los monumentos y sitios históricos, e incluir estos en los programas de graduación».
Reconociendo el valor cada vez mayor que tienen las tecnologías en la educación actual, fue propuesto, además, facilitar el acceso a material bibliográfico digital, y crear, con respaldo institucional, un canal cubano en YouTube sobre historia, donde se concentren documentales, películas y materiales
cortos sobre diversos temas históricos de producción nacional.
Industrias culturales y creativas en la mira
Una mirada a las Industrias Culturales y Creativas en Cuba, sus potencialidades y aportes al desarrollo del país fue otro de los temas debatidos durante la jornada de trabajo en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El viceministro de Cultura, Fernando León Jacomino, se refirió al asunto como «relativamente nuevo, y que se ha venido trabajando en los últimos seis años, sobre todo, en la conveniencia de poner las herramientas del mercado en función de la circulación comercial de bienes y servicios culturales».
En ese sentido, explicó que este ha generado polémica en relación a cómo esa entrada al mercado condiciona o no la producción artística. Por ello, según sus palabras, este «ha sido un largo camino para llegar al consenso».
«La conceptualización de las industrias culturales y creativas en Cuba se basa hoy en las particularidades del proceso socialista que estamos construyendo», expuso León Jacomino.
Su denominación incluye «actividades susceptibles de ser comercializadas y abarca sectores de carácter artístico y literario, como la música, las artes visuales y escénicas, la creación audiovisual y cinematográfica, la industria editorial, el diseño, la artesanía y los videojuegos así como otros procesos relacionados con el patrimonio, el turismo cultural y el intercambio académico».
También aglutina el impacto en otros servicios y productos como la gastronomía, la moda, la organización de eventos y la industria del software, siempre y cuando se distingan por su valor simbólico agregado.
Por su parte, las problemáticas más frecuentes de estos años han estado dadas por una insuficiente articulación desde el nivel de base unido a la desconexión de las industrias culturales y creativas y las estrategias de desarrollo local. Así también como la carencia de instrumentos de medición del valor que agrega la cultura a la economía nacional, como consecuencia de su derrame hacia otros sectores.
Ana María Pellón, directora de Industrias y Servicios Culturales del Ministerio de Cultura, afirmó que hoy la institución cuenta con dos objetivos, de un total de ocho, relacionados con el desarrollo comercial-financiero de estas y su desenvolvimiento propio sin hacer concesiones con las industrias culturales hegemónicas.
«Desde el punto de vista de la comercialización de bienes y servicios, la idea es lograrlo sin mercantilizar el arte, sino insertándonos en el mercado del arte desde las esencias de la política cultural de la Revolución Cubana».
Actualmente hay más de 50 proyectos vinculados con el desarrollo de estas y todas las entidades pertenecientes al sector están en posibilidades de exportar y contribuir a su sostenibilidad. Por ende, Ana María Pellón aseguró que «no se puede ver a la cultura como un gasto, sino como una inversión, con toda la complejidad que engloba el concepto».
La propuesta esbozada durante el trabajo en comisiones contempla crear productos turísticos integrados; promover el turismo comunitario y rural con artesanos, músicos y activistas sociales; involucrar a la comunidad cubana en el exterior como embajadores culturales; estudiar y socializar las buenas prácticas de producción cultural y exportación de bienes y servicios desarrollados por nuestros creadores; certificar los productos culturales de origen cubano; incluir a los artistas y creadores como beneficiarios de los incentivos previstos por el cambio de matriz energética; entre otras acciones que serán analizadas y puestas en práctica en lo adelante.
Acompañaron los debates en la comisión, además, la miembro del Comité Central del Partido y jefa de su departamento de Atención al Sector Social, Yuniasky Crespo Baquero; el vice primer ministro Eduardo Martínez Díaz, así como los ministros de Educación Superior y Cultura, Walter Baluja García y Alpidio Alonso Grau, respectivamente.