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Más que la defensa de los productos brasileños, Lula impulsa la reivindicación de la soberanía y el antinjerencismo con la Ley de Reciprocidad Económica. Autor: Getty Images Publicado: 14/07/2025 | 10:40 pm
BRASILIA, julio 14.— Brasil podría dar a conocer este martes su respuesta al anuncio de Estados Unidos de que aumentará las tarifas arancelarias a los productos que vende en el país norteño en un 50 por ciento, lo que entrará en vigor el 1ro. de agosto.
La medida no solo tiene un carácter coercitivo desde el punto de vista comercial, sino injerencista, pues fue decretada por el presidente Donald Trump, en apariencia, para presionar la suspensión del juicio que se sigue en Brasil al exmandatario Jair Bolsonaro, acusado de los mismos asaltos por la muchedumbre que, en su momento, aupó Donald Trump sobre el Congreso en Washington.
En el caso de Bolsonaro, su confeso admirador, se ha develado que detrás de su lenguaje de odio y el modo en que sembró la matriz de opinión de que las elecciones de 2022 ganadas por Luiz Inácio Lula da Silva fueron fraudulentas, existía un plan golpista que incluía el asesinato del entonces mandatario electo, y que provocó el asalto de las huestes bolsonaristas a las sedes de los tres poderes en Brasilia, en enero de 2023.
En recientes y reiteradas ocasiones, Trump ha pretendido imponer la liberación de su defendido, y sostuvo en una carta que el juicio que se le sigue «¡es una caza de brujas que debe terminar inmediatamente!».
Para alistar la medida con que responderá al aumento de aranceles, Lula conversó la noche del domingo con representantes de siete ministerios, el Banco Central y el Senado, dijo el portal AOL citado por PL.
El análisis se efectúa al tiempo que Brasil debate una denominada Ley de Reciprocidad Económica, según la cual Washington debiera abonar por sus productos en el mercado brasileño, los mismos recargos que ha impuesto a los de la nación conosureña.
Fuentes oficiales confirmaron que el Gobierno tiene plazo hasta este martes para emitir un decreto sobre esa correspondencia, y dijeron que el texto detallará los criterios para aplicar la respuesta de Brasil, lo que influirá en el progreso de las negociaciones.
La ley fue aprobada por el Congreso en abril ante los tempranos anuncios de guerra fiscal global por parte de Trump, cuando impuso sobretasas a cientos de países.
A pesar de los preparativos para alistar sus medidas, la administración de Lula insiste en su preferencia por una solución diplomática, afirmó PL.
Lula adelantó que se consultará a los líderes empresariales antes de decidir las acciones a tomar, y se ha dicho que habrá reuniones con representantes del sector de la producción.
Pero, además de responder a Estados Unidos, Brasil busca nuevos compradores para sus productos. El ministro de la Casa Civil, Rui Costa, confirmó esa iniciativa y citó algunas mercancías básicas exportadas por el país y consideradas prioritarias, como el café, la carne y el petróleo.
Mientras eso transcurre en el plano económico y comercial, el poder judicial prosigue con el juicio a Bolsonaro y otros siete acusados de intento de golpe de Estado, un proceso que, según la Procuraduría General de la República, entró en su etapa final.
En las calles, las medidas de Trump provocaron manifestaciones de rechazo, como ocurrió en Sao Paulo, según reportes.
Un video institucional de 30 segundos dado a conocer el domingo bajo el título Brasil soberano, muestra a gente del pueblo que, entre otras aseveraciones, afirman: «Aquí mandamos nosotros».
Según expertos entrevistados por el diario digital Brasil de Fato, las exportaciones brasileñas a EE. UU. constituyen el dos por ciento del PIB nacional, y las medidas estadounidenses pueden resultar un tiro en el pie para la extrema derecha brasileña.
