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Sonó el disparo de la carrera por la nominación demócrata

 Quién ocupará la Casa Blanca entre 2021 y 2024 se comienza a decidir desde este martes

Autor:

Juana Carrasco Martín

Estados Unidos comenzó este martes el proceso para las elecciones generales de noviembre próximo que determinarán quién ocupe la Casa Blanca entre 2021 y 2024, y en el proscenio están, fundamentalmente, los aspirantes a la nominación demócrata, pues nadie duda que Donald Trump seguirá en la boleta republicana, y nunca ha perdido tiempo, pues su actuar constante es el de un candidato en campaña.

Con los caucus del estado de Iowa, la maquinaria del Partido del burro debe engrasar la carrera electoral a la cual va sumamente dividido —nada extraño—, y por ello muy debilitada su oposición al actual mandatario, por demás todo un maestro de la propaganda y la manipulación con una base de apoyo que le es sumamente fiel.

Entre los demócratas, en esta ocasión destaca el protagonismo de aspirantes del ala progresista que han instalado sin vacilación el término socialismo, con el senador por Vermont, Bernie Sanders, como el más destacado, pero compartiendo potenciales votantes de esos segmentos con la también senadora Elizabeth Warren.

Frente a ellos, la maquinaria del establishment demócrata lleva a no dudar al exvicepresidente Joe Biden, y en último momento se ha colado en la porfía el multimillonario Michael Bloomberg, cuyos dineros no son nada despreciables y sí pueden también comprarle la nominación. Sin embargo, el cuarto mejor posicionado para los caucus de Iowa es el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttiegieg.

Es entonces difícil la tarea de sacar de la mansión ejecutiva de la Avenida Pensilvania de Washington D.C. a quien en su momento estimaron un «advenedizo», pero que les ha amargado la vida durante cuatro años y puede añadir más acíbar durante otros 96 largos meses.

Este miércoles, probablemente Trump levante como estandarte de victoria, un sabido no del Senado al impeachment, y como tapa al pomo, para decirlo criollamente, se dio el lujo de poder restregarle a los demócratas un multitudinario mitin en Des Moines, precisamente la capital de Iowa.

Todo ello a pesar de que el demócrata californiano Adam Schiff, quien encabeza el grupo de siete representantes demócratas que actúan como fiscales del juicio a Trump en el Senado, haya dicho ante ese cuerpo legislativo: «No se puede confiar en este presidente para hacer lo correcto, ni por un minuto, ni por una elección, ni por el bien de nuestro país. Simplemente no se puede, él no va a cambiar, y ustedes lo saben».

Mas, en la noche de este lunes comenzó un proceso arduo de difícil definición para los demócratas, que solo culminará el 13 de julio en la Convención Nacional Demócrata cuando los delegados del Partido elijan a sus candidatos a la presidencia y la vicepresidencia en el pabellón Fiserv Forum, en Milwaukee, estado de Wisconsin.

Durante la noche de este lunes, asambleas abiertas de las comunidades en 99 condados con 1 678 precintos, que pueden reunirse en residencias, bibliotecas públicas o gimnasios de escuelas, entre otras locaciones, discutirán y decidirán a quién o quiénes prefieren como candidato y determinarán 11 402 delegados, que a su vez irán a convenciones de condado, luego los allí elegidos a la convención del estado y finalmente 41 de ellos serán los delegados en julio presentes por Iowa en la Convención Nacional para determinar a quién le darán su voto.

Proceso aparentemente muy democrático, pero que en definitiva está en manos de unos pocos prácticamente vinculados con la maquinaria política.

Además este es apenas el comienzo de esta etapa que tendrá otros caucus, junto a elecciones primarias en la mayoría de los estados, y será un tour en que se decantarán los aspirantes, las más de las veces porque sus finanzas personales y las recaudaciones de campaña no son suficientes para seguir en una contienda donde pesan más los capitales que el voto del pueblo.

Desde el pasado año, cuando dos docenas de políticos anunciaron que aspiraban y parecían dar una pintura de la diversidad ciudadana estadounidense, apenas ahora queda una docena en la que solo tres responden a las minorías —y son tan escasas sus posibilidades que pronto serán también baja— la congresista de origen hindú Tulsi Gabbard, el empresario asiático-americano Andrew Yang y el exgobernador de Massachusetts, el afroamericano Deval Patrick.

Puede que el proceso electoral de este 2020 se parezca demasiado al de 2016...

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