Mintieron sobre Irak, Afganistán y Libia y ahora están mintiendo sobre Siria e Irán. Autor: Medium.com Publicado: 11/07/2019 | 10:01 pm
Una nueva encuesta hecha a norteamericanos adultos por el Pew Research Center ha dado un resultado desalentador —pero bien apegado a la realidad—, para el segmento ultraconservador y halcónico de la política estadounidense: La mayoría de los veteranos de Estados Unidos y el público en general han coincidido en que las guerras de Irak y de Afganistán no valían la pena.
Ese punto de vista es, además, similar al que tienen los estrategas militares sobre la actual campaña estadounidense en Siria, aunque entre estos, para estar en la onda de la política anti-iraní de la administración Donald Trump, sugieren que el mayor beneficiario de la invasión que sus fuerzas realizaron en 2003 al país mesopotámico, fue Irán.
Porque lo terrible del caso es que tan razonable visión sobre la inutilidad de los conflictos bélicos no sirven de lección para quienes deciden, y las tropas de EE. UU. todavía están presentes en esos tres teatros de operaciones, y no se vislumbra una verdadera retirada, mucho menos cuando el actual consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, fue uno de los arquitectos de la guerra contra Irak, y empuja hacia la apertura de un nuevo frente: la guerra contra Irán.
Hace 18 años comenzó la guerra en Afganistán y 16 años desde que Estados Unidos invadió a Irak y ahora, la encuesta de Pew entre los veteranos trae estos números: 64 por ciento de los veteranos valora que la guerra de Irak no fue gananciosa cuando ponen en la balanza los costos y los beneficios. Sin embargo, el 33 por ciento dice que sí.
En cuanto a la ciudadanía en general, el 62 por ciento ve que la guerra no dio ganancia y el 32 por ciento dice que sí.No se diferencian mucho las cifras en cuanto a la guerra en Afganistán, mirada con pesimismo por el 58 por ciento de los veteranos y el 50 por ciento del público en general.
La indagación de Pew, decía un artículo en Quartz, muestra también que Estados Unidos está dividido por una línea partidista, pues parece que los republicanos consideran válidos los «sacrificios» estadounidenses en Irak, e incluso los veteranos republicanos «son el único grupo en la encuesta que sienten que el conflicto en curso en Siria vale el compromiso de Estados Unidos», señalaba la publicación.
Sin embargo, tampoco rebasa el 50 por ciento de los encuestados aquellos veteranos republicanos que se alinean a favor de la guerra. Valió la pena Irak para el 45 por ciento de los republicanos que estuvieron en esos campos de batalla, pero solo el 15 por ciento de los veteranos demócratas se alistan en ese bando. Valió la pena Afganistán para el 46 por ciento de los republicanos y para el 26 por ciento de los demócratas, criterios prácticamente similares entre los civiles.
En la actualidad, el Congreso de Washington debate si finaliza la autorización legal para estas guerras, comenzadas bajo la justificación de tomar represalia por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y que le han servido desde entonces a las diversas administraciones para mantener guerras en siete países.
Un número nada despreciable de legisladores presionan por una enmienda a la 2020 National Defense Authorization Act con el objetivo de que el Congreso no autorice jamás una guerra contra Irán y exigiría que el presidente Donald Trump necesite obtener una autorización para atacar al país persa.
Sin embargo, el equipo de la Casa Blanca ha declarado abiertamente que no necesita de tal autorizo para entrar en guerra con Irán, y la prepotencia los ha llevado a que después de que una resolución de la Ley de Poderes de Guerra señaló que Yemen no estaba autorizado, el presidente Trump lo vetó y mantiene la guerra en marcha.
Para dejarlo claro, ha hecho lo mismo que otros mandatarios estadounidenses, por lo que se estima que la mirada captada por la encuesta de Pew sobre la campaña en Siria, servirá de muy poco en la toma de decisiones. Dice el 42 por ciento de los veteranos que en Siria la guerra vale la pena, pero el 55 por ciento emite un rotundo no; y entre el público en general el 36 por ciento ve ganancias en esa campaña, pero el 58 por ciento dice que no.
A un equipo belicoso, que responde a su posición de ultraderecha, prepotente y creída de que debe dominar al mundo, poco le importa las encuestas y el criterio de la ciudadanía. Ellos mandan.