El claro mensaje del pueblo bolivariano. Autor: AVN Publicado: 09/11/2017 | 10:09 pm
CARACAS, noviembre 9.— «Venezuela es un país libre, independiente y soberano, que ejercerá permanentemente su derecho a la autodeterminación», dijo el canciller Jorge Arreaza por medio de su cuenta en Twitter para rechazar las nuevas medidas dictadas por el Gobierno de Estados Unidos contra diez dirigentes y funcionarios del Estado venezolano.
Según reseñó PL, las medidas dadas a conocer por el Departamento del Tesoro implican la congelación de los activos en EE. UU. de los «castigados», y la prohibición a los estadounidenses de hacer transacciones con ellos.
La nueva «lista negra» incluye a los ministros de Cultura, Agricultura Urbana y Despacho de la Presidencia, Ernesto Villegas, Freddy Bernal y Jorge Márquez, respectivamente, así como la vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) Sandra Oblitas, y los miembros de esa entidad Socorro Hernández y Carlos Quintero. Se suman el titular de la Misión Transporte, Carlos Osorio; el presidente de la empresa de telecomunicaciones Cantv, Manuel Fernández; el vicepresidente de la Asamblea Constituyente, Elvis Hidrobo y el embajador en Italia, Julián Rodríguez.
Washington ya había dictado medidas del mismo corte contra otras 13 personalidades de la política venezolana, entre los cuales se encuentran el ministro de Educación y exvicepresidente Elías Jaua; el actual fiscal general Tareck William Saab; el ministro del Interior Néstor Reverol y la titular del CNE, Tibisay Lucena, entre otras justificaciones falsas, por presunto irrespeto a los derechos humanos.
Ahora el Departamento del Tesoro acusa a los «sancionados» de «socavar los procesos electorales, censurar a medios de comunicación o realizar actos de corrupción», dijo PL.
En opinión de Arreaza, las nuevas medidas coercitivas unilaterales —criticadas por muchos oradores en la Asamblea General de la ONU cuando se aprobó la resolución contra el bloqueo a Cuba, son una muestra del desprecio de Donald Trump por el pueblo venezolano, según afirmó en otro mensaje.
El pasado 25 de agosto, Trump firmó una orden ejecutiva que impuso sanciones económicas y financieras a Venezuela como la que prohíbe a empresas de EE. UU. o de terceros con capital allí a realizar transacciones con PDVSA, incluyendo las que tienen que ver con la emisión de nuevos bonos soberanos de deuda, de modo de llevar a la economía venezolana al default.
El viernes pasado, el presidente Nicolás Maduro aseguró que los compromisos financieros del país serán asumidos y anunció una renegociación de la deuda, para lo cual se reunirá con los acreedores el lunes.
Con estas medidas unilaterales de presión, Washington sigue implementando una guerra económica que busca revertir la Revolución bolivariana. Para ello procura el desplome del Estado venezolano, ante la imposibilidad de lograrlo con métodos violentos como los que protagonizó la oposición y su fallido intento de guerra civil. Tampoco lo consiguieron en las urnas, a pesar del asedio instrumentado desde el Norte contra la población de Venezuela.