Con esa suerte extraña que solo aparece de vez en cuando, Mario Martínez se ha convertido en rico de la noche a la mañana, al ganar en un mismo día dos loterías, una de mil dólares y la otra de un millón. El afortunado asegura que él y su esposa aún no saben en qué gastar sus dólares. «¡Nunca lo habíamos pensado, ya que no lo teníamos!», dijo. Y, por supuesto, con esa lógica extraña de los negocios del azar, la tienda donde Martínez compró su segundo premio recibirá un bono de 5 000 dólares por vender la tarjeta marcada con el millón ganador.