SEÚL, agosto 22.— Corea del Norte y Corea del Sur abrieron este sábado conversaciones de alto nivel para desactivar la escalada militar entre ambos países, tras intercambiar en días pasados disparos en la frontera.
El encuentro, organizado en la localidad fronteriza de Panmunjon, comenzó poco después de que expirara un ultimátum de Corea del Norte, que había anunciado a su vecino una «guerra total» si este no cesaba sus operaciones de propaganda agresiva mediante altavoces.
Según reporte de AFP, el Sur estaba representado en el diálogo por el ministro de Unificación, Hong Young-Pyo, y el director de la Oficina Nacional de Seguridad, Kim Kwan-Jin.
Corea del Norte envió al diálogo a sus oficiales militares de más alto rango, Hwang Pyong-So —considerado la segunda figura del Gobierno— y el secretario del Partido de los Trabajadores Kim Yong-Gon, quien está a cargo de las relaciones con su vecino del sur.
Las tropas de ambas naciones estaban en alerta máxima desde que Pyongyang lanzó su ultimátum. «Hemos llegado al alba de una guerra y la situación es irreversible», llegó a decir el ministro norcoreano de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido a primera hora de la mañana.
Estados Unidos, que tiene 30 000 efectivos militares de manera permanente en Corea del Sur, reiteró su compromiso con ese país, según recordó el jefe del Estado Mayor, general Martin Dempsey. Aviones estadounidenses y sudcoreanos realizaron ejercicios de simulación de bombardeos en la jornada, agrega AFP.