Rusia obtendrá la producción agrícola de África, China, Egipto y América Latina, dijo Russia Today. Autor: Ria Novosti Publicado: 21/09/2017 | 05:53 pm
MOSCÚ, agosto 12. —Argentina quiere alcanzar un intercambio comercial con Rusia de 5000 millones de dólares el año que viene. El objetivo ha sido anunciado por el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, y llega después de las sanciones rusas a las importaciones de algunos alimentos desde la UE, EE.UU., Australia, Canadá y Noruega, reporta RT.
«La meta a alcanzar para el año próximo será un intercambio comercial de 5 000 millones de dólares. Por tanto, vamos a estar atentos a las oportunidades que se pueden desprender del incremento en la demanda de nuestros productos en el mercado ruso. En ese sentido, estamos en proceso de construcción de una agenda con el sector privado para potencializar las exportaciones de los productos que puedan tener una gran demanda debido al proceso de sustitución que se hará en la Federación Rusa de lo que se importaba desde la UE y EE.UU.», explicó Capitanich.
Por su parte, el embajador de Ecuador en Moscú, Patricio Alberto Chávez Závala, ha afirmado en una entrevista a la agencia Interfax que su país está dispuesto a aumentar la exportación de mariscos al mercado ruso.
Entretanto, la UE observa con recelo el entusiasmo manifestado recientemente por las autoridades latinoamericanas. Según confirman fuentes comunitarias, los dirigentes de los 28 transmitirán a sus socios sudamericanos su descontento por la aspiración de incrementar el comercio con Rusia, por lo que les instarán a que cambien de postura. Por el momento, Bruselas solo protestará a nivel diplomático.
En este sentido, el periodista especializado en relaciones internacionales Alberto Rabilotta opinó a RT que las reclamaciones europeas representan un gesto de desolación del bloque por mostrar su «hipocresía».
«En la UE hay muchos países que fueron antiguas potencias coloniales que siguen manteniendo el sueño de volver a la grandeza del pasado y, así, pretenden dictar a América Latina lo que debe hacer. Por otra parte, es un gesto de desesperanza y se carece de oficio político en la UE al pedir a los países de América Latina que no comercien», afirmó Rabilotta.