Carteles de algunas de las mejores películas extranjeras estrenadas en 2024. Autor: Cartel de la película Publicado: 04/01/2025 | 06:58 pm
A estas alturas es posible que casi todos los interesados sepan que, como todos los años, la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica (ACPC) dio a conocer la lista de las mejores películas extranjeras estrenadas en Cuba en 2024, de acuerdo con el resultado de una encuesta realizada entre los miembros de esta organización. Sin embargo, sería facilista, en términos periodísticos, acogerme solamente a esa selección para indicar lo mejor que se ha visto en Cuba, de modo que me dispongo a ratificar, discrepar, un poco cuestionar y un mucho aceptar como buena la selección efectuada por un grupo de mis colegas y yo.
Para que nadie se haga ilusiones con la posibilidad de un chanchullo que sería mala coartada justificatoria de este artículo, comienzo advirtiendo que estoy de acuerdo en un setenta por ciento de la lista resultante, y que a mí también me parecen extraordinarias, de lo mejor que vimos en 2024, Zona de interés (Reino Unido, Jonathan Glazer); Anatomía de una caída (Francia, Justine Trier); Días perfectos (Japón-Alemania, Wim Wenders) y Los asesinos de la luna (Estados Unidos, Martin Scorsese). A estas cuatro pertenecen algunas de las más inquietantes imágenes, asombrosas situaciones, y descomunales personajes del cine que vimos recientemente.
Y aunque nunca alcancen el nivel alusivo de las cuatro mencionadas, también estoy de acuerdo, porque yo también las elegí, de otras tres producciones que figuran en la lista de las mejores: Pobres criaturas (Irlanda-Estados Unidos, Yorgos Lanthimos); Saltburn (Reino Unido, Emerald Fenell) y Yo, Capitán (Italia, Dir. Matteo Garrone). Pero luego de mencionados estos siete títulos de concordancia entre mis colegas y yo, hay otros tres que personalmente nunca llegaron a convencerme como para incluirlos en el hiperselectivo grupo de lo mejor del año. Me explico a continuación.
La película norteamericana con personajes coreanos Vidas pasadas comete un pecado en el que jamás debiera incurrir una película romántica: la excesiva distancia o frialdad con que se definen sus protagonistas, Nora y Hae Sung, amigos de la infancia de quienes debemos creer a toda costa que están profundamente conectados sentimentalmente. Ellos se distancian cuando la familia de ella emigra, y se rencuentran dos décadas más tarde, en Nueva York, pero ni en el pasado ni en el presente del relato el espectador, o al menos este crítico devenido espectador, pudo relacionarse afectivamente con el discurso sobre destino, inmanencia y elecciones trascendentales que presenta la directora Celine Song. Es una película que sabe construir, a ratos, cierta nostalgia fina y sensitiva, que luego se pierde porque es muy difícil distanciar y al mismo tiempo conmover al público.
Algo similar me ocurrió con la también elegida May December, llamada Secretos de un escándalo en algunos países de habla hispana. Aparte de sus evidentes méritos como director de actrices (poderosas Julianne Moore y Natalie Portman) Todd Haynes está haciendo un cine demasiado parecido al de Pedro Almodóvar, con mucha menos gracia, imaginación y profundidad, y ya se sabe que el manchego tampoco es el más profundo de los cineastas actualmente reconocidos. La protagonista está inmersa en una historia turbia, y complicadamente expuesta, sobre una actriz que se prepara para hacer una película donde interpreta a una profesora de 36 años que tuvo un romance con un alumno de 12. Pero la intención forzadamente vanguardista de Haynes se interpone entre la historia y el espectador, de modo que al final parece un experimento afectado, sin un sentido discernible.
Y por lo menos Haynes se equivoca tratando de hacer cosas nuevas. A las archiconocidas y muchas veces vistas historias de supervivencia se acoge J. A. Bayona en la española La sociedad de la nieve un retrato de una tragedia ocurrida en los Andes en 1972, cuando un grupo de jóvenes uruguayos hizo lo imposible por sobrevivir al accidente aéreo que los dejó atrapados durante más de setenta días en las montañas. Es también una buena película, no lo discuto, el tema es que la historia se ha contado tantas veces en libros, artículos de todos los medios e incluso en películas previas, que la odisea sobrehumana ha perdido, para mí, toda dosis posible de suspenso. En el apartado de las virtudes está el rigor histórico, que pasa por la selección de actores hispanoablantes, y el meticuloso diseño de producción, pero Bayona carga demasiado la mano en tremendismos y truculencias, y recurre a la gramática del cine de horror, porque la antropafagia y otras catástrofes devienen principales focos de interés del relato. El cineasta tiene derecho a jugar con las claves genéricas que considere más efectivas, pero a los espectadores nos asiste el equivalente de aceptar o rechazar determinado enfoque.
En lugar de encumbrar Vidas pasadas, May December y La sociedad de la nieve, que seguramente hubieran entrado en mi selección si me permitieran elegir 20 títulos en lugar de diez, mis votos fueron para la española 20 000 especies de abejas, de la debutante Estibaliz Urresola; la norteamericana Furiosa. De la saga Max Max (George Miller) y para la alemana Sala de profesores, de Ilker Catak. El primero de los títulos mencionados designa, metafóricamente, el más delicado y elocuente ensayo sobre la transexualidad que he visto en fechas recientes. El niño se siente niña, y el conflicto se asoma a través de los otros, de la familia, o del complicado contexto rural, que nunca están vistos en el papel de «los malos», porque el filme esparce un lienzo de comprensión y naturalidad sobre todos los personajes y situaciones que se asoman en sus encuadres.
Aclaro que no solo me agradan las películas «raras», artísticas e intimistas. También me divierte el entretenimiento vía acción y aventuras, sobre todo cuando la parafernalia esté sostenida por alguna noción humanista que pueda percibir y aceptar. Furiosa. De la saga Max Max es la quinta película de una saga iniciada en Australia, hace 45 años, y que luego ha sido imitada hasta el hastío por Hollywood cada vez que se pulsa el subgénero del filme de acción posapocalíptico, con mínimos diálogos y un diluvio de efectos especiales creados en computadora. Al igual que en su predecesora Mad Max: Fury Road aquí llega una sorpresa visual tras otra, persecuciones y duelos consecutivos y superpuestos, sin embargo la historia toda está puesta al servicio de la protagonista, con una intención oportunamente feminista, que confirma a Anya Taylor-Joy entre las buenas actrices norteamericanas de su generación.
Finalmente, Sala de profesores me recordó la francesa La clase, aunque son muy distintas en cuanto a tratamiento visual y diseño de personajes. Se me parecen porque también las grandes películas a veces se parecen en algunos matices, y en este caso se trata de la capacidad de los guionistas y los realizadores para incluir en la trama, de manera natural, los más urgentes temas sociales del mundo occidental, entiéndase discriminación, políticas educativas, acoso, redes sociales y sus fake news, todo ello insertado en una trama plena de suspenso, con un impecable perfil sicológico para cada personaje, pero tal vez el filme no fue visto por la suficiente cantidad de votantes como para quedar en la selección final, o simplemente no fue del agrado de otros. No olvidar que, finalmente, todo es cuestión de gustos personales una vez que aceptamos ciertos rangos de calidad para definir las mejores películas del año.
Carteles de algunas de las mejores películas extranjeras estrenadas en 2024.