Trabajadores públicos protestan en Filadelfia luego de recibir la notificación de que serían suspendidos sin derecho a sueldo. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:40 pm
WASHINGTON, octubre 2.— La parálisis de la administración federal en Estados Unidos podría bloquear el acceso a tratamiento para cientos de pacientes que sufren cáncer, incluyendo niños, destacó un portavoz de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Alrededor de tres cuartos de la plantilla del NIH, que opera en los dos centros para este tipo de padecimiento en territorio estadounidense y que son considerados entre los más grandes los mundo, ha sido dejada en situación de licencia sin paga de forma indefinida.
Aunque continúan tratando pacientes, está operando aproximadamente al 90 por ciento de la carga normal de enfermos y mientras dure el paréntesis de financiación, no admitirá nuevas inscripciones ni iniciará nuevos protocolos, a no ser que se considere médicamente necesario por parte del Director del NIH, señaló una nota del organismo.
Esto significa que alrededor de 200 pacientes serán rechazados para iniciar tratamiento cada semana, entre ellos 30 niños con posibles afecciones cancerígenas, reportó AFP.
En la actualidad hay 1 400 ensayos clínicos en marcha en el centro del NIH, y se deberán posponer cuatro nuevos que deberían comenzar la semana que viene, hasta que el Gobierno reanude los trabajos, afirmó.
El NIH ha dejado en baja forzosa sin paga a 14 700 empleados; sin embargo, más de 2 500 miembros de la plantilla permanecen para cuidar a los pacientes, afirmó el comunicado.
El martes, unos 800 000 trabajadores federales en la capital de Estados Unidos y más allá han debido quedarse en casa sin recibir pago, en el primer cierre de oficinas gubernamentales ocurrido en 17 años. Los costos de esta parálisis gubernamental podría costarle a Wahington alrededor de 55 000 millones de dólares, dijo PL.
La parálisis en la primera economía mundial también implicará menos dinero para los servicios de salud, de seguridad social, los pagos a 3,6 millones de veteranos y los programas de alimentación que benefician a nueve millones de niños y mujeres embarazadas.
Tampoco habrá nuevos préstamos para los pequeños negocios ni fondos para los centros de cuidado infantil.
Miles de trabajadores públicos están desde el martes en las calles de todo el país en protesta contra el shutdown y para exigir al Congreso un consenso sobre el tema presupuestario.
Sin embargo, la paralización no ha afectado a los legisladores estadounidenses, quienes siguen cobrando sus altos sueldos. Según Telesur, que cita a medios de comunicación norteamericanos, los 532 miembros del Congreso estadounidense continúan cobrando sus sueldos, a un costo por hora de 10 583 dólares que pagan los contribuyentes.
Aunque los cheques de los legisladores seguirán fluyendo, eso no ocurre con los de sus asistentes ni con algún personal de apoyo en el Capitolio. Miles de sus empleados fueron enviados a casa el martes, al igual que aproximadamente 800 000 trabajadores federales no considerados esenciales, quienes recibieron permiso de ausencia sin derecho a salario.