El nuevo ministro canciller de Egipto, Nabil Fahmi, dio a conocer que el Gobierno de facto encabezado por el presidente Adli Mansur se encuentra analizando un posible acercamiento con Siria, luego que el depuesto presidente Mohamed Mursi, decidiera romper relaciones con esta nación el pasado mes de junio, reporta TeleSur.
El titular de las relaciones exteriores egipcias (quien ocupó el cargo en el proceso de transición mientras se efectúan elecciones legislativas y presidenciales), indicó que evaluarán las relaciones, pero aclaró que eso no quiere decir que se van a adoptar negociaciones de inmediato.
Según TeleSur, el representante del Gobierno de facto aseguró que «no se quiere imponer una especie de Guerra Santa como afirmaron algunos islamistas».
El corresponsal de TeleSur en Egipto, afirmó que parte del pronunciamiento de Nabil Fahmi destaca que Siria debe resolver por la vía política el conflicto que está enfrentando, es decir, a través del diálogo entre las autoridades de Damasco (capital) y las agrupaciones opositores de este país que enfrentan al gobierno legítimo de Bashar al Assad.
El reportero recordó que el Gobierno egipcio analiza además la creación de una comisión que se encargue de reformar la constitución, luego que se dejara sin efecto con el derrocamiento de Mursi el pasado 3 de julio. De igual modo, revisan aspectos relacionados con la crisis económica y de seguridad que vive Egipto, cuyos aspectos marcaron la salida del presidente derrocado.
Del otro lado, el corresponsal de TeleSUR en Siria informó que las autoridades sirias no se han pronunciado respecto a las declaraciones del jefe de las relaciones diplomáticas de Egipto, pero aclaró que las autoridades sirias consideraron un grave error la ruptura de las comunicaciones.
«Creen que la decisión contribuye a los planes colonialistas de Israel y Estados Unidos en la región», dijo el representante de TeleSur en Siria.
Respecto a la sociedad civil, el periodista sostuvo que «han acogido con beneplácito estas nuevas declaraciones, sobre todo que el Gobierno de facto egipcio no pretende ayudar a la Guerra Santa contra Siria, por lo que no permitiría el envío de mercenarios egipcios a Siria para combatir el Gobierno de Bashar Al Assad, lo que ayudaría a reducir el nivel de violencia de ese país».
El pasado sábado 15 de junio, el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, anunció un rompimiento definitivo en las relaciones diplomáticas de su país con el Gobierno del presidente sirio, Bashar Al Asad. En ese momento, afirmó que decidió cerrar la embajada siria en Egipto y ordenó la retirada del encargado de negocios egipcio en Damasco.
Mursi calificó el conflicto sirio como «una tragedia nunca antes vista en la región», y reconoció que en ella «están involucradas potencias regionales e internacionales» como las que arman a los opositores de Bashar Al Assad.