Conferencia de prensa en el Palacio de las Convenciones del grupo (FARC-EP) encargado del acercamiento exploratorio con la administración de Juan Manuel Santos. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:24 pm
LAS Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) solicitarán al Gobierno un cese al fuego bilateral, apenas comience el diálogo de paz, el próximo 8 de octubre en Oslo, Noruega, anunció este jueves en La Habana el comandante guerrillero Mauricio Jaramillo, en conferencia de prensa.
Durante el encuentro con periodistas nacionales y extranjeros en una de las salas del capitalino Palacio de Convenciones, Jaramillo afirmó que ese será «uno de los primeros puntos» que plantearán inmediatamente que «nos sentemos en la mesa».
Al ofrecer detalles de las conversaciones que sostendrán las FARC-EP con el Gobierno de Juan Manuel Santos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto en Colombia, Jaramillo dio dos de los nombres de quienes formarán parte del equipo negociador de la guerrilla: Iván Márquez, miembro del Secretariado, y José Santriz, del Estado Mayor de la organización.
Jaramillo indicó que «próximamente» anunciarán al resto del equipo negociador, y agregó el nombre de Simón Trinidad al de los negociadores, «como símbolo de la Patria y de la dignidad». Trinidad, preso en Estados Unidos tras su extradición, fue participante en las conversaciones del Caguán.
Sobre los negociadores del Gobierno colombiano, nombrados por el presidente Juan Manuel Santos el miércoles, el comandante Andrés París dijo que «se nota un esfuerzo (del ejecutivo) por darle un alto nivel» e integrar a distintos sectores de poder.
Ante preguntas sobre la presunta responsabilidad de las FARC-EP en secuestros, Jaramillo aseguró: «Ya no hay ningún retenido por parte de las FARC. Nosotros dijimos que no habrán secuestros y ya no hay secuestros».
Al respecto, Ricardo Téllez comentó que en Colombia «se llegó a decir que teníamos 2 900 secuestrados. Se hizo un balance bloque por bloque, frente por frente, y resultó totalmente falsa esa imputación que se nos hacía».
Aseguró que no tienen rehenes, porque esa no es una política del grupo. Nosotros podemos comprometer nuestra palabra ante el concierto internacional, dijo enfáticamente.
Ahora los francotiradores del proceso que se avecina comienzan a mover esto, seguramente van a aparecer muchos (secuestrados) más, advirtió, al referir que este es un tema muy manipulado.
En respuesta a indagaciones de periodistas extranjeros sobre el presunto vínculo de la guerrilla con el narcotráfico, otro de los delegados de la FARC-EP, Marcos León Calarcá, apuntó: «Siempre lo hemos dicho: no tenemos nada que ver con el narcotráfico» (…) «Tenemos una posición clara. El narcotráfico es un producto, un negocio inherente del capital, sobre todo del capitalismo descompuesto como el que se ha dado en Colombia», afirmó.
Previo a la conferencia de prensa, los delegados transmitieron un video con una Declaración Política de las FARC-EP, leída por el jefe de su Estado Mayor Central, Rodrigo Londoño Echeverri (alias Timoleón Jiménez), en la que ratifica el compromiso con la paz en Colombia y exhorta al pueblo de esa nación a participar en el proceso de negociaciones con el Gobierno.
La declaración refiere que la guerrilla llega a la mesa de diálogo, convencida de que «el pueblo colombiano nos acompañará en el desmonte de las causas que originaron y alimentaron el grave conflicto interno. Desde ya invocamos a su activa participación en este nuevo proceso que debe culminar con una nueva Colombia justa y democrática».
El comunicado del Estado Mayor Central de las FARC-EP también exhorta al pueblo colombiano a impedir los intentos de boicotear la búsqueda de la paz ante la existencia de «poderosos enemigos» que tienen como propósito «sabotear y anular cualquier posibilidad de transformación» en Colombia.