Paleontólogos alemanes dieron a conocer los restos de nueve parejas de tortugas de agua dulce que murieron en pleno apareamiento hace 47 millones de años, lo cual constituye el primer registro fósil de copulación de vertebrados.
Según los especialistas, es improbable que la pareja muera al unísono y que sean fosilizados a la vez. La muerte tampoco ocurre cuando los animales llevan a cabo rutinas como comer, incubar o aparearse. Por tanto, los científicos conjeturaron que perecieron al paralizarse durante la cópula —lo cual es normal— y hundirse hacia la profundidad del lago contaminado en el que habitaban.