JERUSALÉN, julio 6.— El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, afirmó este miércoles que su Gobierno tendrá una dura respuesta si los palestinos continúan con «sus planes» de pedir a la ONU que reconozca a su pueblo como un Estado miembro.
Según AP, Lieberman indicó que la anunciada acción de Palestina «obligará» a Tel Aviv a adoptar «medidas unilaterales», y agregó que Israel está considerando una amplia variedad de respuestas, pero se negó a ofrecer detalles.
El Canciller indicó previamente que el Gobierno sionista podría anular los acuerdos de paz anteriores o anexarse partes de Cisjordania como respuesta.
Mientras, desde Atenas trascendió que un grupo de manifestantes continuaba ocupando la Embajada de España en Grecia para protestar por la decisión de las autoridades helénicas de impedir la salida de una flotilla con ayuda para Gaza, informó PL.
Los activistas exigen al Gobierno español presionar a Atenas —que retiene a varios barcos contentivos de alimentos, medicinas y otros artículos para los habitantes del territorio palestino bloqueado por Israel— para que autorice la partida de la embarcación ibérica Gernika.
Bajo presión de Israel, que amenazó con utilizar la fuerza contra la flotilla, las autoridades griegas justificaron su prohibición amparándose en la necesidad de «proteger a los pasajeros», y dijeron que trasladarían la ayuda al territorio palestino.
El año pasado, otro convoy fue asaltado en alta mar por las fuerzas israelíes, que causaron la muerte de nueve ciudadanos turcos y decenas de heridos.
La II Flotilla de la Libertad está compuesta por una decena de embarcaciones que transportarán, además de ayuda, a unos 500 activistas de 20 países.
También se supo que Israel desplegará este jueves cientos de policías en el aeropuerto Ben Gurión (Tel Aviv) y alrededor de este, de cara a la llegada de los activistas internacionales, indicó EFE.
Los medios hablan de decenas de efectivos en Ben Gurión, quienes se preparaban desde la mañana para la llegada el próximo viernes de los solidarios, que los organizadores cifran en cerca de 600, aunque Israel teme que alcancen los 1 200.
Antes de partir hacia Rumanía este miércoles, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mantuvo un encuentro de coordinación en el aeropuerto con los servicios de seguridad, a los que ordenó actuar con determinación para impedir la llegada de los movilizados, provenientes de Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Alemania, Italia y EE.UU.
Según un comunicado de los organizadores, la iniciativa, bautizada como Bienvenidos a Palestina, incluye visitas a ciudades (incluida Cisjordania) y pueblos palestinos, así como a campos de refugiados, lo que les permitirá conocer sobre las dificultades de sus habitantes.