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El conflicto del río San Juan ha hecho resurgir en Nicaragua la desconfianza añeja, pues en el siglo XIX las apetencias expansionistas de Costa Rica restaron a territorio nicaragüense las regiones de Nicoya y Guanacaste. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:59 pm
MANAGUA, marzo 7.— Las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica siguen hoy tensas, en vísperas de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el diferendo fronterizo que enfrenta a los dos países, reportó PL.
Se espera que la CIJ anuncie este martes si acepta o no las medidas cautelares solicitadas por Costa Rica, que busca detener las labores de dragado del río San Juan, iniciadas a mediados del pasado año.
Esa vía fluvial, que forma parte del territorio nicaragüense, en el tramo final de su reccorrido hacia el mar Caribe sirve de frontera bilateral y desde octubre último es el centro de un diferendo que ha deteriorado los vínculos entre los dos países.
Nicaragua inició el dragado del río con el objeto de devolverle su caudal original y pueda volver a ser navegable durante todo el año, pero Costa Rica se opone y acusa a su vecino del norte de haber ocupado militarmente parte de su territorio y de ocasionar daños ambientales en su lado de la frontera.
Esas acusaciones siempre han sido negadas por el gobierno de Managua, y aduce que el territorio que Costa Rica reclama como suyo en la desembocadura, es en realidad un minúsculo pedazo de tierra arenosa que salió a la superficie por la pérdida de caudal del río y forma parte del territorio nicaragüense.
Al mismo tiempo ratifica su derecho a que efectivos del Ejército frecuenten el lugar, no solo porque es parte del territorio de la nación, sino porque, además, cumplen misiones operativas contra narcotraficantes que utilizan la zona como punto de tránsito en los traslados de drogas hacia el norte.
De todas maneras, numerosos analistas coinciden aquí al calificar de poco probable que la CIJ decida en favor de las demandas de Costa Rica, pues generalmente ese tribunal adopta medidas cautelares solo ante situaciones de emergencia entre dos Estados, lo que no existe entre las dos naciones centroamericanas.
De todas maneras, el conflicto ha enturbiado las relaciones entre los dos países y el sábado por la noche la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, rechazó la invitación que ese mismo día le hiciera su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, para reunirse el martes en la zona fronteriza a fin de esperar juntos el veredicto de La Haya.
