La movilización popular que derrotó la asonada golpista del 30 de septiembre en Ecuador, frente a grupos sublevados de la Policía y otras armas, permitirá una mayor radicalización y profundización del proyecto político de la Revolución Ciudadana, reporta PL.
Así lo afirmó el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, Ricardo Patiño, en una conversación con periodistas extranjeros acreditados en el país.
Sin embargo, el Canciller aseguró que la crisis no está superada, pues quienes dispararon en contra del Presidente constitucional, Rafael Correa, y el pueblo todavía están libres, razón por la cual el Estado de Excepción fue prorrogado hasta el próximo viernes.
La justicia tiene mucho trabajo que hacer, hay sospechas, indicios, y son inmensos sin lugar a dudas, afirmó, en tanto algunos directivos del Partido Sociedad Patriótica fueron detenidos y conducidos a la Fiscalía para que aclararan su participación en los hechos.
Recordó Patiño que mientras el Presidente de la República, electo y reelecto democráticamente, estaba secuestrado, los asambleístas de Madera de Guerrero en lugar de exigir su inmediata liberación lo que pedían en el Parlamento era amnistía para los plagiadores.
En respuesta a una pregunta de Prensa Latina, Patiño reconoció que «hemos sido muy cándidos, pensamos que se podía hacer una revolución sin contrarrevolución, absolutamente en paz como quisiéramos, pero parece que no es posible».
Quienes perdieron todos los beneficios, prebendas, negocios con los cuales se estaban llevando a la Patria en peso, parece no están dispuestos a aceptar el voto popular y los grupos empresariales oligárquicos tampoco, alertó el Canciller.
Ante ello, acotó, sólo nos queda reforzar la organización popular porque esa es nuestra única garantía.
También tenemos que clarificar todos los temas con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, quienes saben que deben respetar la institucionalidad del país, la democracia y la voluntad popular.
Pero eso no es suficiente, el pueblo tiene que estar suficientemente organizado para resolver en caso de que alguien intente violar el orden constitucional, enfatizó.