El encuentro sirvió para que el pueblo de Vargas patentizara su solidaridad con los Cinco. Autor: Yander Zamora Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
LA GUAIRA, Venezuela.— Mujeres y hombres esperaron un buen tiempo bajo el calor intenso que despedía la gran carpa blanca, instalada en la Plaza Vargas. Era su Foro de formación política de cada jueves, en este parque escenario de movilizaciones y concentraciones del pueblo, y en esta tarde tenían un motivo muy especial para permanecer en el lugar: el encuentro con madres de los cinco héroes cubanos antiterroristas y con Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento de la Isla.
Alexis Toledo, el alcalde del municipio, iniciaba la actividad aun antes de que llegaran los invitados, quienes habían visitado el Centro Oftalmológico Operación Milagro y andaban todavía recorriendo lugares de interés del estado Vargas acompañados por el gobernador Jorge Luis García Carneiro. Daba a los asistentes una información básica de quiénes son Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González.
Irma Sehwerert fue la primera en comenzar lo que fue un verdadero intercambio con un auditorio interesado y consciente, con el testimonio vivo y doloroso de una madre sobre el inhumano cautiverio de 11 años y la denuncia constante de la injusticia. La acompañaban Mirtha Rodríguez, la madre de Tony, y Magalys LLort, la madre de Fernando.
Mientras tanto, el pueblo varguense podía escuchar cada palabra desde la transmisión en vivo que realizaban las emisoras comunitarias Radio Riesgo y Radio Chuspa.
Necesitamos más que nunca la solidaridad; busquen toda la información que hay en Internet, divúlguenla; incorpórense a los grupos de solidaridad; lleven este mensaje a todo el mundo, incluso a Estados Unidos. Era el llamado.
¿Qué es el hueco?, se indagó y conocieron la crueldad extrema que viola los más elementales derechos humanos y legales.
«¿Quién es la madre del poeta?», preguntó Ibeliz, conmovida por «la ideología, la fuerza que tiene, y el amor a su hijo y a los demás hijos», demostrado por Mirtha durante la intervención que hiciera en la Asamblea Nacional de Venezuela un par de días antes. «Fue enternecedor»... «Mujeres de Vargas fuimos a Caracas y marchamos desde el Parque Carabobo por la libertad de los Cinco», le informa. «¡Dios, ¿cuándo va a haber justicia?», reclama.
«¿No se puede llevar a una corte internacional?», pregunta otra; y Magalys explica que están todavía en el proceso de resentencia y deben agotarse todas las posibilidades del sistema estadounidense, aunque aclara que «la injusticia se cometió y la injusticia sigue perpetuándose».
Alarcón pormenoriza, y cuando certeramente explica y denuncia, todos los presentes pudimos escuchar un diálogo paralelo francamente increíble. Un hombre de mediana edad, de pie a un costado, iba dando su criterio con pocas y también ciertas y eficaces palabras. ¿Quién es Posada Carriles?, decía Alarcón, «Un malandro», salía la interjección de aquel hombre, que casi fue quien concluyó el acto de hermandad, con el adelantado «¡Venceremos!» que todos coreamos, cuando ya la noche había caído en el costero poblado por donde una vez entró José Martí al encuentro del pensamiento de Bolívar, y la Patria Grande del venezolano se tradujo en Nuestra América del cubano. Ese abrazo de ideas y de revoluciones se vio multiplicado nuevamente con el compromiso de hoy en La Guaira: seguir exigiendo la libertad de los Cinco...