Los manifestantes antigolpistas volvieron este lunes ante la embajada de Brasil. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
TEGUCIGALPA, octubre 5.— Atenazado por múltiples críticas externas e internas, que provinieron incluso del empresariado local plegado al golpe, Roberto Micheletti anunció este lunes la derogación completa del decreto que una semana atrás suspendió las libertades de asociación, circulación y de prensa.
La medida tuvo lugar cuando se cumplían cien días de la asonada y parecía más cercana la posibilidad de diálogo entre el presidente Manuel Zelaya y el golpista Micheletti, aunque el usurpador no haya afirmado aún que devolvería el puesto al mandatario, punto esencial para que la constitucionalidad vuelva.
Trascendidos desde la semana pasada indican gestiones para una conversación a la que ha sido anuente Zelaya desde su regreso, pero entorpecida por la intransigencia de Micheletti a aceptar el retorno del mandatario al poder, lo que dejó en punto muerto el Acuerdo de San José presentado por Oscar Arias, a pesar de la insistencia de Hillary Clinton por que esa fuera la base de una salida.
Zelaya, quien se mantiene en la sede de la embajada brasileña, afirmó el domingo que cualquier conversación pasa por la restitución de las garantías suspendidas, el levantamiento del cordón militar que rodea a la embajada brasileña y la apertura de Radio Globo y el Canal 36, así como su libertad para escoger a quienes le acompañarían en un eventual encuentro.
Micheletti, presionado por la oligarquía que le ha apoyado hasta hoy pero teme que el endurecimiento de las condiciones en el país desacredite más los comicios de noviembre, volvió a mostrar que la meta de los golpistas es llegar hasta allí sin reponer a Zelaya.
Según EFE, el usurpador afirmó que si se garantizan los comicios de noviembre y se pone fin, mediante el diálogo, a la crisis que vive el país, estaría dispuesto a renunciar al poder. «De allí para allá se puede hablar de cualquier escenario con un presidente electo; antes es muy difícil pensar», subrayó al canal 5, según EFE.
Sin embargo, ofreció un matiz cuando agregó que la restitución «es una aspiración del señor Zelaya que habría que escucharla ya con mejores planteamientos legales».
Por su parte, el Frente de Resistencia denunció el intento de los sectores involucrados con la asonada de promover salidas solo desde sus posiciones y entre ellos. Para las organizaciones miembros del Frente hay dos puntos innegociables: la restitución de Zelaya y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, apuntó PL.
En ese marco se ha confirmado la llegada de una misión de la OEA el próximo miércoles, y se conoció la partida hacia Honduras de los legisladores republicanos de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen y los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, quienes se anunciaron como una denominada comisión de registro de hechos, señaló AP.
Ellos, como otros representantes republicanos que viajaron a Tegucigalpa la semana pasada, sostienen que fue legítimo el golpe contra Zelaya, porque este pretendía «cambiar la Constitución».