ANTANANARIVO, marzo 17.— Los jefes de la fuerza armada de Madagascar aprobaron formalmente este martes al líder de la oposición Andry Rajoelina como presidente de una autoridad de transición, luego que el mandatario malgache, Marc Ravalomanana, renunciara y transfiriera el poder a un directorio militar, tras casi dos meses de crisis política.
«Hemos rechazado categóricamente el directorio (militar) que el Presidente nos pidió que estableciéramos luego de su dimisión. Transferimos poderes plenos a Andry Rajoelina, quien se ocupará de presidir la transición», declaró a la prensa el vicealmirante Hippolyte Rarison Ramaroson, a quien Ravlomanana había designado como presidente de esa junta, informó AFP.
Andry Rajoelina, líder de las protestas callejeras en la isla africana desde enero 2009, que dejaron un saldo de 140 muertos y precipitaron la caída de Ravalomanana, asumió rápidamente y marchó hacia el palacio presidencial.
La oposición prometió convocar a elecciones en un plazo de dos años, aunque por la Constitución vigente, Rajoelina no podrá postularse, pues es demasiado joven (34 años) cuando se estipula un mínimo de 40 años para ocupar el alto cargo.
Ravalomanana al dimitir, transfirió el poder a un directorio dirigido por el oficial más antiguo y de mayor grado, el vicealmirante Ramaroson, decisión que no fue aceptada por el coronel Andre Ndrianarijaona, quien junto con otros mandos militares y policiales, respaldaron a Rajoelina. El alto jefe militar se designó a sí mismo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, reportó EFE.
Tras el anuncio de Ravalomanana, cuatro generales del directorio militar fueron arrestados por efectivos del Cuerpo de Administración del Personal y Servicios del Ejército de Tierra, que manda Ndrianarijaona.
Según el decreto presidencial el directorio militar debía encargarse de organizar un foro nacional para debatir la eventual modificación de la Constitución, revisar el Código Electoral y organizar elecciones generales en los próximos 24 meses.
También había orientado a la junta militar tomar las decisiones necesarias «para restaurar el orden público, promover una auténtica reconciliación nacional y favorecer el desarrollo económico y social del país.
Mientras tanto, el presidente dimitente permanecía en el Palacio de Iavoloha, a unos 15 kilómetros de Antananarivo, protegido por la guardia presidencial y cientos de seguidores concentrados en las cercanías para impedir el acceso a los golpistas.
Por su parte, el Consejo de Paz y de Seguridad de la Unión Africana exhortó a garantizar la seguridad de Ravalomanana, y reiteró su posición de no aceptar ningún cambio anticonstitucional de gobierno, dijo AFP.