Fue estrecha la diferencia entre el No y el Sí, pero decisivo el abstencionismo. Foto: Calixto N. Llanes, enviado especial CARACAS.— Una jornada tranquila la de este lunes en Venezuela, luego del pronunciamiento bien reñido a favor del No que se diera en las urnas la víspera, y que fue aceptado con total ética y dignidad por el presidente Hugo Chávez, una posición destacada por muchas personalidades políticas del continente.
El balance contrario al Sí al proyecto de reforma constitucional en Venezuela refleja que la campaña para acusar al presidente Hugo Chávez de antidemócrata se viene abajo, afirmó el eurodiputado Willy Meyer, uno de los observadores internacionales al referendo del domingo, quien al hacer un análisis de los resultados consideró que, «sencillamente se ha dicho no a una reforma y punto», lejos de representar un fracaso del proyecto socialista en el país.
«Estas son las ironías de la política», añadió en el programa En Confianza, de Venezolana de Televisión, al destacar que si bien las cifras fueron adversas a la propuesta de cambios, en el marco internacional se aprecia el gesto del mandatario venezolano de reconocer el triunfo del No.
Por su parte, el director de Consultores 30-11, Germán Campos, indicó que interpretar los datos arrojados por la consulta sobre la reforma constitucional como un rechazo a los avances sociales «es un grave error», reportó PL.
En su primer parte, nueve horas después del cierre de las mesas de sufragio, el Consejo Nacional Electoral informó que el 50,7 por ciento de los participantes votó por el No y un 49,29 por ciento a favor del Sí en el primer grupo de artículos; mientras que en el segundo grupo el No obtuvo el 51,05 por ciento frente al 48,94 por ciento del Sí.
En su primer pronunciamiento tras la divulgación de los resultados, el mandatario aseguró que la República Bolivariana de Venezuela continuará fortaleciéndose y recordó que solo los soldados bisoños creen la causa perdida ante los primeros obstáculos. Chávez consideró que el abstencionismo de 44,11 por ciento derrotó el proyecto de reforma, fundamentalmente el de unos tres millones de sus seguidores habituales que no acudieron a las urnas.