El centro de convenciones Espacio Riesco sirve de sede a la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile. SANTIAGO DE CHILE.—La cohesión social, la pobreza y los problemas ambientales de América Latina constituyen algunos de los temas más acuciantes que tratarán de enfrentar las 22 naciones participantes en la XVII Cumbre Iberoamericana, informaron agencias de prensa.
En una reunión previa a la inauguración del encuentro cimero que comenzó en la noche del jueves, Ricardo Foxley, canciller de Chile, subrayó que la protección social sería el eje de las discusiones, informó AFP.
En virtud de ello, los ministros de Relaciones Exteriores de las naciones presentes, definieron un acuerdo de seguridad social para proteger los derechos de los migrantes, el cual será puesto a consideración de los jefes de Estado o de Gobierno que participan, informó NOTIMEX.
El diplomático chileno destacó que en esta reunión «ha imperado un clima de convergencia en los puntos de vista y un ánimo de construir consensos y acuerdos», y estimó que existe un viraje desde las reuniones en las cuales se hacían declaraciones en principios generales «a una cumbre en la cual se empiezan a dar los primeros pasos para un plan de acción concreto que responda a inquietudes y preocupaciones de la gente».
Por otra parte, como en ediciones anteriores, los países participantes apoyarán el reclamo de Argentina de soberanía sobre las Islas Malvinas —archipiélago de la región sur del Atlántico—, por la que se enfrentó en un conflicto bélico con Gran Bretaña en 1982. Este apoyo se produce en momentos en que la potencia europea planea reclamar una extensión del territorio antártico, refiere Reuters.
También fue aprobado dedicar a los jóvenes la próxima Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en El Salvador en 2008, informó PL.
La XVII Cumbre Iberoamericana fue inaugurada oficialmente, en horas de la noche, por la presidenta chilena Michelle Bachelet, con la presencia del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Durante la jornada del jueves, previa a la inauguración oficial, la presidenta chilena sostuvo encuentros bilaterales con varios de los mandatarios iberoamericanos, entre ellas la recién electa presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
Entre los primeros presidentes en arribar a Santiago de Chile estuvo Rafael Correa, de Ecuador, quien en su saludo enfatizó que estaban allí «para seguir construyendo esa patria grande como lo soñó José Martí, como lo soñó (Simón) Bolívar, como lo soñaron esos libertadores, como lo soñó el propio Salvador Allende».