QUITO.— Las oficinas del Banco Central de Ecuador (BCE) donde trabajaban los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), amanecieron este sábado desocupadas, un día antes de cumplirse el plazo fijado por el ministro de Economía, Ricardo Patiño.
Los representantes del FMI dejaron el viernes las cuatro oficinas que ocupaban en el BCE, pero evitaron hacer declaraciones «por no estar autorizados», dijo Xinhua.
El pasado miércoles Patiño puso como límite el 15 de julio para que los funcionarios del FMI en Ecuador abandonaran las oficinas que usan en el edificio del Banco Central.
«Un organismo internacional debe estar en sus oficinas, el Banco Central es de Ecuador, no es del Fondo Monetario Internacional», por tanto, el FMI «debe abandonar las instalaciones», dijo el ministro ecuatoriano durante la presentación de un informe de labores del segundo trimestre del año.
«Después de pocos días; que se vayan a buscar quien les arriende un local», aseveró entonces el titular de Economía.
Además de abandonar las instalaciones, por las cuales no pagaban arriendo debido a un acuerdo mutuo de cooperación, el FMI también dejará de contar con los tres empleados del Banco Central que trabajaban para ese ente bancario.
El gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa, anticipó pagos al FMI con el objetivo de no ser deudores de esa entidad y distanciarse de ese organismo financiero.
El pasado 26 de abril el gobierno de Ecuador declaró persona «non grata» a Eduardo Somensatto, representante del Banco Mundial (BM) en esta nación andina.
La administración de Correa quiere tener cada vez menos relación con instituciones financieras internacionales como el FMI y el BM, pues las considera «corruptas e incompetentes».
El presidente señaló también que prefiere tener relaciones crediticias con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con la Corporación Andina Fomento (CAF), así como con el Banco del Sur.