BAGDAD.- Sendos atentados dinamiteros, aquí y en la septentrional Kirkuk, tiñeron de sangre hoy este país, donde el aumento de tropas estadounidenses y un plan de seguridad siguen sin detener la resistencia contra la ocupación, reporta Prensa Latina.
A media mañana, un comando al volante de un camión cargado de explosivos se lanzó contra una comisaría policial en Kirkuk y ocasionó 13 muertos y cerca de 200 heridos, según un saldo preliminar impreciso sobre a filiación de las víctimas.
La zona del ataque quedó devastada por la deflagración del vehículo devenido bomba rodante, cuya onda de expansión y esquirlas desataron el pánico en esta ciudad, donde se encuentra el fuego eterno.
En Kirkuk, colindante con el Kurdistán iraquí, el petróleo fluye del subsuelo y desde tiempos inmemoriales es empleado con fines medicinales, litúrgicos y en la construcción de los afamados jardines de Babilonia, como demuestran las ruinas de ese sitio.
Precisiones de fuentes oficiales afirman que la acción, ejecutada a las 11:30 (09:30 GMT) mostró planeamiento pues el comando embistió el punto más vulnerable de la instalación, la parte trasera, lo que explica que la construcción quedara destruida.
En Bagdad, un artefacto de factura casera, pero alto poder explosivo, estremeció el distrito de Bayaa y ocasionó 14 víctimas, cuatro de ellas fatales, acorde con reportes de medios hospitalarios difundidos por la radio.
Este domingo el general iraquí Qassim Mussawi y el almirante estadounidense Mark Fox rehusaron aceptar el fracaso del denominado plan de seguridad, pero admitieron que las acciones de la resistencia aumentarán y pidieron paciencia.