Un mar de carteles en la marcha en Washington. Foto: AP WASHINGTON.— «Traigan a los soldados», «Fondos para la educación y no para la ocupación», «Estados Unidos fuera de Iraq» fueron las consignas levantadas y coreadas por decenas de miles de personas que marcharon este sábado alrededor del Capitolio de Washington para urgir al Congreso que impida los planes de George W. Bush de incrementar el número de soldados en Iraq.
En los carteles también se leía «Bush mintió y miles murieron» o «Impeach Bush», pidiendo juicio de destitución para el presidente estadounidense, reportó Notimex que citó a Harim Rodríguez, un estudiante puertorriqueño de 25 años, quien con megáfono arengaba en español: «Queremos enviar un mensaje para que regresen ahora, no mañana ni el otro mes, sino ahora».
La coalición Unidos por la Paz y la Justicia (UFPJ) que organizó la protesta y está integrada por unas 1 400 organizaciones, junto con la Organización Nacional de Mujeres, MoveOn.org, grupos pacifistas y sindicatos, ayudaron a transportar manifestantes procedentes de 30 estados y de más de cien ciudades.
Algunos activistas vestían ropa de presos con disfraces del presidente Bush, el vicepresidente Richard Cheney y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Uno de ellos iba disfrazado de cohete con la cara de Bush, que decía, «no arrojen bombas, arrojen a Bush». «Ni un día más, ni un dólar más», decían otros carteles, según The Washington Post.
Artistas, líderes demócratas e incluso militares en activo participaron en la manifestación en la que hablaron las actrices Susan Sarandon y Jane Fonda, el alcalde de Salt Lake City, Rocky Anderson, el activista Jesse Jackson, y también estaban previstos los legisladores Dennis Kucinich y Maxine Waters, además de Robert Watada, padre de un soldado que rehusó servir en Iraq y ahora enfrenta una corte marcial. Los actores y conocidos activistas contra la guerra Sean Penn y Tim Robbins también participaron en la concentración.
Jane Fonda expresó que desde hacía 34 años no hablaba en un mitin contra la guerra, pero que el silencio no era ya una opción. «Estoy tan triste de que todavía tengamos que hacer esto, de que no hayamos aprendido las lecciones de la guerra de Vietnam», dijo al tiempo que señalaba que Estados Unidos seguía tratando a otros pueblos con «arrogancia».
Por su parte el reverendo Jesse Jackson arengaba a la multitud: «La guerra en Iraq está causando una guerra contra los pobres aquí en casa. Nosotros no necesitamos más tropas en Iraq. Necesitamos más dinero en casa».
Como recordación de los 3 073 soldados estadounidenses muertos desde el inicio de la invasión de Iraq en marzo de 2003, se llevaron a la marcha 27 paneles con sus nombres. Según un reporte de la ONU producto de la actual violencia en el país mesopotámico, mueren como promedio diario 94 iraquíes, mientras un millón 700 mil han sido desplazados de sus hogares y unos cien mil han huido a países vecinos.
Según PL, legisladores demócratas han criticado hoy a Bush por ignorar la voluntad de la mayoría de la población. «Él no ha estado dispuesto a escuchar la voluntad del pueblo norteamericano, la comunidad internacional, varios generales, ni los numerosos líderes de ambos partidos en el Congreso», afirmó la representante Linda Sánchez, en el mensaje sabatino de su partido.
Sánchez dijo que los demócratas consideran necesario iniciar el retiro de las unidades estadounidenses de Iraq en los próximos cuatro a seis meses y priorizar el entrenamiento de las fuerzas iraquíes para que asuman la seguridad de su país.
Por sus muertos exigen retiro de las tropas en Iraq. Foto: AP De acuerdo con la más reciente encuesta de AOL News, el 66 por ciento de los norteamericanos está en desacuerdo con la estrategia de Bush hacia la nación del Golfo Pérsico, y casi tres cuartas partes de los ciudadanos que escucharon el discurso del Presidente sobre el Estado de la Nación, el martes último, desaprueban el envío de más uniformados a Iraq.
En su reportaje sobre las protestas, el diario The Washington Post citaba a Heike Braxton, de Atlanta, quien tiene un hijo de 19 años sirviendo en Iraq y dijo sentir que la guerra era injusta. «Yo creo que tenemos un ejército para defendernos. Pero nosotros no estamos defendiendo nada, estamos invadiendo a otros».
Los manifestantes llegaron por igual desde grandes ciudades como San Francisco, Chicago y Nueva York, o desde pequeños pueblos de todos los puntos del país.
Desde la noche anterior, desafiando las frías temperaturas y el viento, integrantes de la organización CodePink: Mujeres por la Paz, y de Iraqi Voices for Peace acamparon en el Mall frente al Capitolio, y ya en horas tempranas del sábado, ante el Memorial de la Armada en la Avenida Pensilvania, el contingente de 3 000 personas vestidas con ropas rosadas y carteles de igual color continuaban mostrando su repudio a la guerra con cantos y discursos, mientras develaban una instalación de miles de zapatos con nombres de los miles de civiles iraquíes muertos desde que comenzara la guerra.
«No hablamos lo suficiente sobre el sufrimiento y el dolor que están experimentando los iraquíes», apuntaba Jodie Evans, co-fundadora de CodePink, cuyo grupo citaba un estudio de la Universidad Johns Hopkins, donde se estima que 655 000 civiles iraquíes han muerto desde el comienzo de la guerra.