Tradicionalmente se creía que la entrada del VIH en el tracto intestinal y genital femenino dependía de la existencia de desgarres u otro tipo de traumas en el tejido de la zona, por los que el microorganismo pudiera penetrar, pero investigaciones canadienses de los últimos años demuestran que este virus puede romper la barrera de células epiteliales durante el coito, según reporta el sitio digital HealthDay News, citando a la revista PLoS Pathogens.
El epitelio es una capa de tejido que tiene, entre otras funciones, la tarea de repeler las infecciones y proteger al organismo. Al parecer el VIH logra romper esa defensa al causar procesos inflamatorios que destruyen la estrecha conexión entre las células protectoras y le dan al patógeno acceso al interior del cuerpo, donde se encarga de buscar e infectar a las células inmunitarias.
Este descubrimiento puso en la mira las estrategias de prevención dirigidas hacia el sector femenino de la población y los esfuerzos científicos en la obtención de microbicidas y vacunas que refuercen la función epitelial y le ayuden a repeler el ataque del VIH, a sugerencia de la líder de la investigación Charu Kaushic, profesora asociada del Centro de Terapias Genéticas de la Universidad de McMaster, en Hamilton, Ontario.