El Programa Nacional de Educación y Salud Sexual durante dos años ha consensuado conceptos y pautas metodológicas, así como una filosofía emancipatoria de la sexualidad
En prever está el arte de salvar.
José Martí
El Programa Nacional de Educación y Salud Sexual (Proness) vive hoy un momento de madurez, luego de dos años de consensuar no solo conceptos y pautas metodológicas, sino tambien una filosofía emancipatoria de la sexualidad que propicie una ciudadanía más sana, feliz y responsable.
Sobre las propuestas de redacción de cada subprograma y del Proness en su conjunto se debatió el pasado jueves durante el segundo taller convocado por el Centro Nacional de Educación Sexual, Cenesex, con representantes de Salud, Educación, Comunicación, Cultura, Minint y otros sectores claves de la sociedad.
La máster Mariela Castro, directora del Cenesex, dejó bien sentado que el Proness se nutre de las estrategias y programas que lo antecedieron, pero se propone trabajar por una mayor igualdad de oportunidades y resultados, que revaloricen el componente afectivo de las relaciones humanas y generen nuevos mecanismos de integración social para personas discriminadas por su género, identidad de género u orientación sexual.
El costo de la violencia afloró en varios momentos del debate. Prevenir es la mejor vía, no importa si son uno o mil casos, insistió la coronela Irais Borges, jefa del Departamento de Menores del Minint, partidaria de aumentar la percepción de riesgo en grupos vulnerables y educar para el autocuidado desde temprana edad, sin desatender la detección y enfrentamiento del fenómeno.
La población conoce cada vez más de estos temas y sabe que puede solicitar ayuda, pero la infraestructura para asumir esa demanda es insuficiente. Este es un problema común a otros países, pero estamos «mirando hacia dentro» para desarrollar un pensamiento crítico que supere prejuicios heredados, dijo Mariela. Más que acumular conocimientos, que por sí solos no cambian nada, hay que fomentar actitudes positivas hacia la sexualidad como elemento inherente al ser humano y despojarnos de la culpa asociada al placer como mecanismo de control social, recalcó.
De ahí la importancia de trascender el enfoque salubrista tradicional e integrar acciones desde las ciencias sociales, la política, la cultura, los medios de prensa y las leyes del país en un esfuerzo multisectorial que traduzca los paradigmas en hechos concretos, beneficiosos para la población.
Quedan muchos tabúes sobre este asunto y alguna gente piensa que la insistencia del Cenesex es infructuosa. Lo cierto es que Cuba es el primer país en contar con un Código de Trabajo que garantiza protección a las personas cualquiera que sea su identidad de género, mientras otros no han logrado siquiera eliminar en sus leyes laborales la exclusión por una orientación sexual manifiesta no heterosexual.
En cuanto a la gestión pedagógica y la formación de recursos humanos, el consenso de este taller fue que, sin despegarse de la academia y la necesaria teorización, es preciso acercarse más a la dinámica realidad cubana y contemplar a quienes educan como seres «sentipensantes», con sus propias limitaciones cotidianas, al decir de la Doctora Maricel Rebollar, a cargo del grupo que desarrolla la estrategia comunitaria del Proness.
Fortalecer la acción de activistas y redes sociales, identificar buenas prácticas en cada localidad y socializar métodos efectivos de comunicación popular, deben ser prioridades para quienes acojan el Proness, desde la teoría hasta su materialización en el aula, la consulta, el hogar o las instalaciones del barrio.
Nombrar nuevos actores claves, y más aún, que fueran tales instituciones quienes pidieran involucrarse en el diseño e implementación paulatina del Proness, fue otro avance significativo de esta segunda jornada colectiva, que tuvo por escenario al Hotel Nacional de Cuba.
Sin embargo, para «aterrizar» cada subprograma hay que contagiar a más personas, sensibilizar, lograr alianzas con creatividad y fantasía, pero sin descuidar la legalidad, la justicia social, la historicidad y otros principios que defiende el nuevo programa, acotó Mariela.
La convocatoria para futuros encuentros queda abierta. En febrero se reunirá nuevamente cada grupo de trabajo para articular las propuestas surgidas en el taller y escuchar sugerencias de quienes deseen participar en la construcción de esta sensible herramienta.
Sexo Sentido se suma a esta invitación y propone a su público que participe del debate en nuestra web o a través del correo sentido@juventudrebelde.cu.
¿Qué necesita la familia cubana actual para educar a las nuevas generaciones en el respeto y ejercio de los derechos sexuales y reproductivos? ¿Qué experiencias de tu comunidad, policlínico, escuela o centro de trabajo consideras positivas y crees que deban sumarse al programa? ¿Qué temáticas o enfoques consideras valiosos para la implementación del Proness? En esta apuesta por la felicidad individual y colectiva, tú también tienes la palabra.