Optimizar el funcionamiento de la computadora no solo tiene que ver con modernizar sus componentes. Algunas veces podemos lograrlo con el adecuado mantenimiento y algunos programas indispensables
Pocas cosas hay que desesperen más al usuario de una computadora como su lentitud, esa que nos hace a veces perder apenas pocos segundos entre una acción y otra, pero que sumados en el día pueden significar cuantiosos minutos, cuando no horas.
Modernizar el funcionamiento de la PC es quizá la solución más socorrida. Y aunque muchos apuestan por aumentar la memoria RAM, la capacidad del disco duro o la velocidad del procesador e incluso las prestaciones de la motherboard o placa madre, existen otras formas de ahorrarnos ese precioso tiempo que nos hace perder la lentitud.
Para ello, lo primero es garantizar el adecuado mantenimiento y limpieza, tanto física como digital, de la computadora. Ya que un teclado sucio, el polvo dentro de la carcasa o un mouse obstruido por la mugre, pueden ser causas de mal funcionamiento y desespero por la pereza, lo mismo que un disco demasiado lleno o programas residentes en memoria que nunca se utilizan.
Si usted está leyendo esto ahora mismo delante de su computadora, le recomendaría que volteara su teclado y apenas lo sacudiera un poco. Se asombrará al ver la cantidad de polvo y partículas que se desprende de este.
Recientemente un estudio impulsado por la revista británica Computing Which? le solicitó a expertos en microbiología que examinaran los teclados de una oficina típica de Londres, un asiento de inodoro público y un picaporte de baño para el personal, en aras de detectar microbios que suelen aparecer en lugares poco higiénicos.
Curiosamente, muchos de los teclados analizados fueron calificados como posiblemente peligrosos para la salud, e incluso uno estaba cinco veces más sucio que la muestra tomada del asiento de la taza de baño.
La causa más frecuente de este fenómeno es la costumbre extendida de comer sobre el teclado, que provoca la formación de bacterias en este, a lo cual se suma que según otro sondeo de la misma revista, esta vez entre 4 000 personas, una de cada diez nunca limpiaba el teclado, mientras que la mitad lo hacía menos de una vez al mes.
Lo anterior se debe tanto a la despreocupación como a que muchas veces subestimamos la suciedad que se va acumulando en las diferentes partes de la computadora, la cual incide en ella, especialmente en un país tropical como el nuestro, donde al polvo se une la humedad en una ecuación que va formando costras y oxidando o haciendo entrar en cortocircuito los diferentes componentes electrónicos.
Pero si la limpieza física es esencial, no menos lo es la digital en aras de garantizar la «buena salud» de la computadora.
Usar un buen navegador, preferiblemente de código abierto y gratuito, y a la vez mantenerlo actualizado con sus diferentes plugins, es primordial para acelerar el tiempo de carga de las páginas web, que es en lo que más tiempo se pierde, especialmente por las bajas velocidades de conexión existentes en la mayoría del país.
Si fuéramos a hablar de nombres recomendaríamos algunas de las versiones del Google Chrome o del Mozilla Firefox, especialmente las más recientes, pues son según los expertos los navegadores de mejor rendimiento y optimización.
Otra opción que puede ayudar a ganar tiempo es tener como página principal la más utilizada por el usuario. Y si usted es de los que anda buscando nada más que textos, desactive en Herramientas/Opciones/Contenido la pestaña que aparece por defecto como marcada para «Cargar imágenes automáticamente».
Quizá no vea las fotos y algunos íconos, pero la velocidad de carga de la página será mayor, y siempre podrá volver a activarla para un sitio en específico si lo desea.
Tampoco exagere con la cantidad de pestañas abiertas a la vez. Quizá siente que ahorra tiempo, pero no es tan así, pues con el exceso de estas se ralentiza la carga de todas.
Una de las herramientas más útiles que existen en el uso de las computadoras son los limpiadores de la «cache» (sin tilde se escribe en casi todos los manuales de Computación), tanto la del disco duro como la de la memoria RAM.
La cache es un área especial de memoria que poseen tanto las memorias RAM como los discos duros, donde se van almacenando los datos de los programas a los cuales se accede más frecuentemente. Cuando el usuario vuelve a pedir estos, primero la computadora busca si ya están almacenados previamente y por ende el acceso a ellos es más rápido.
Sin embargo, cuando ya se está un tiempo trabajando en la máquina, es frecuente que la cache se vaya llenando, y por ende se ralentice el funcionamiento de la computadora, por lo cual es recomendable que esta se limpie con cierta frecuencia.
Existen varios programas para ello, como el Cleaner, uno de los más utilizados por los usuarios del sistema operativo Windows, y que resulta muy efectivo, además de ser gratuito, fácil de instalar y usar.
La opción de desfragmentar el disco con cierta frecuencia no solo puede ayudar en el tema de la velocidad, pues aunque no acelera el acceso a los datos, sí hace que los programas «naveguen» más rápidamente por los archivos.
Esto sucede porque al ir guardando archivos y programas en los discos rígidos, e ir borrando continuamente o insertando contenidos en estos, se van creando espacios en «blanco» o sectores vacíos dentro de estos, por lo cual un archivo puede quedar «partido» en muchos pedazos a lo largo del disco, o lo que es igual, estar «fragmentado».
Si tenemos los archivos esparcidos por el disco, se vuelve ineficiente el acceso a estos, ya que los programas deben estar saltando de sector en sector, con la consiguiente pérdida de tiempo, algo que aparentemente es invisible para el usuario, pero que se traduce en un archivo o programa que demora en abrirse, lo cual sucede especialmente en aquellos en los que se ha trabajado de forma más continua.
Con la desfragmentación se «acomodan» los archivos de un disco de tal manera que cada uno quede en un área continua y sin espacios sin usar entre ellos, mejorando por ende el rendimiento general de la computadora.
El sistema operativo Windows, el más utilizado en el mundo, trae por defecto un desfragmentador incoporado, el cual se puede encontrar en Inicio/Todos los programas/Accesorios/Herramientas del sistema/Desfragmentador de disco.
Sin embargo, existen otros programas como Defraggler, que cumplen esa función y hasta ayudan a desfragmentar la memoria RAM, en la cual tiene lugar igualmente esta dispersión de datos.
Tener un buen antivirus, especialmente si este se encuentra actualizado, es otra de las medidas que pueden ayudar a acelerar el funcionamiento de la computadora, siempre y cuando se encuentre bien instalado y sin excesivas normas de seguridad.
Los programas informáticos malignos, como troyanos, exploits o gusanos tienden generalmente a enlentecer el trabajo, por la sencilla razón de que se cargan conjuntamente con el software o archivo infestado, algo que es invisible si no se encuentra el antivirus en óptimas condiciones, pero que para el sistema significa un esfuerzo doble.
En este caso, la configuración del antivirus, especialmente la de su actualización y la del análisis de objetos potencialmente peligrosos es muy importante, pues de no hacerse correctamente lejos de ayudar, estorba, ya que el mismo programa de seguridad ocupa memoria RAM y espacio en el procesador.
Recomendar uno u otro antivirus es muy delicado, pues dependerá de las posibilidades de actualización que tenga el usuario, ya que el mejor de estos, si no tiene su base de programas malignos al día, es poco eficiente. Algunos prefieren el Kaspersky, otros el Norton, y así sucesivamente, aunque antivirus gratuitos como el Avast, por ejemplo, han demostrado ser muy eficientes en máquinas de pocas prestaciones y que no están sometidas a un excesivo riesgo, por ser muy ligero y consumir pocos recursos del sistema.
Por último, vigile también la cantidad de programas instalados, especialmente aquellos que puso alguna vez y nunca más tocó, o los que se cargan por defecto al iniciarse el sistema. Además trate de tener uno o dos programas, según el uso, para la reproducción de video y música, de los cuales se suele tener instalado varios, o para quemar discos, donde sucede algo similar.
Al final, la velocidad de una máquina dependerá de factores físicos como sus prestaciones de hardware, pero también del uso eficiente del software, aunque su recurso más importante para ganar en tiempo y utilidad será siempre el conocimiento de quien trabaje con ella.