La transmisión de datos mediante redes eléctricas o por el teléfono, sin interrumpir el normal funcionamiento de estos, es otra alternativa que pudiera contribuir a extender las telecomunicaciones y por ende desarrollar más el país
Líneas de alta velocidad que permiten utilizar el mismo cable telefónico para conectarse a Internet y novedosas tecnologías que facilitan la transmisión de datos mediante la red eléctrica, son algunas de las modalidades que pudieran extenderse para hacer más accesible las telecomunicaciones.
Se trata, en ambos casos, de tecnologías que, como las redes de fibra óptica o las inalámbricas, ya se conocen y se aplican en Cuba, aunque en muchos casos todavía de forma experimental o en lugares muy determinados.
Lo cierto es que, además de las inversiones que precisan cada una de estas, y sin olvidar las implicaciones que tiene para Cuba la adquisición de equipamiento debido a las leyes del bloqueo norteamericano, así como las dificultades financieras del país, el acceso cada vez más masivo a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) pasa también por buscar novedosas y disímiles alternativas.
No hay una verdad única ni solución definitiva. Se impone la búsqueda creativa y adecuada a las condiciones de cada lugar, pero también aumentar la instrucción y derribar barreras y prejuicios que existen con respecto a estas tecnologías, por las cuales pasa inevitablemente el futuro y el desarrollo de Cuba.
Desde el año 2007 en el país se han ido ensayando nuevas tecnologías para la implementación de la Telefonía IP o telefonía por Internet, así como de la televisión digital y las conexiones por la red telefónica y de datos a través de la red eléctrica.
Esta última, conocida en el mundo científico como la Power Line Communications (PLC), es una alternativa que posibilita acceder a las líneas de comunicación a través de los cables de corriente, sin afectar el servicio eléctrico.
La también llamada Internet Eléctrica se ha probado in door o puertas adentro en varias edificaciones de Cuba, donde ha demostrado su factibilidad para resolver problemas como evitar un nuevo cableado o en reconstrucciones de edificaciones históricas.
Este último aspecto es algo muy útil en un país donde muchos inmuebles patrimoniales sirven de sedes a instituciones u hoteles, los cuales precisan de conectividad en sus locales, pero se enfrentan a la disyuntiva de que para lograrla deberían tender nuevo cableado, que afectaría la belleza del entorno, o perforar paredes que tienen siglos.
A esto ayuda el hecho de que dentro de la amplia gama de servicios que permite la PLC, en el caso de la modalidad in door se establece un módem cabecera en la entrada de la electricidad del inmueble, que captura la señal convencional que viene por la red telefónica o de fibra óptica y la «inyecta» en los cables eléctricos de la edificación.
A su vez, dondequiera que exista un enchufe eléctrico con dispositivo adaptador o módem PLC, la señal es tomada por cualquier usuario previamente autorizado y así tendrá conexión en la computadora e incluso en el teléfono.
Esta modalidad tendría muy buenas perspectivas, pues incluso se pueden combinar varias formas de transmisión, como la fibra óptica, el cable telefónico tradicional e incluso la inalámbrica, y después insertar la señal en la electricidad, en la misma edificación, lo cual abarata mucho los costos.
Otra ventaja de esta tecnología es que cuando falta el fluido eléctrico no se interrumpe la comunicación, siempre que se disponga de un UPS u otra fuente alterna de energía, debido a que la frecuencia utilizada solo utiliza el cableado como vía.
Ya para la modalidad de out door o puertas afueras, la situación es más complicada, pues se debe tener en cuenta que precisa de mayores inversiones en repetidores cada cierta distancia para impulsar la señal, así como líneas eléctricas y transformadores en buen estado, y hasta verificar que no produzca interferencias con las ondas utilizadas por los radioaficionados.
Si el cableado eléctrico supondría una de las soluciones, junto a las inalámbricas o el tendido de nuevas conexiones exclusivamente para transportar datos, también el mismo teléfono puede ser mejor «explotado», haciendo de él un transmisor y receptor de datos sin por ello interrumpir su función tradicional de permitirnos hablar.
Esta experiencia, que se utiliza en el mundo ya desde hace un tiempo, es conocida como conexión ADSL, siglas en inglés de Asymmetric Digital Subscriber Line o en español Línea de Suscripción Digital Asimétrica.
La ADSL posibilita la transmisión de datos digitales a través de la línea convencional de cobre telefónica, mediante una modulación de las señales de datos en una banda de frecuencias más alta que la utilizada en las conversaciones telefónicas convencionales.
A su vez, la persona debe tener instalado un filtro o discriminador que se encarga de separar la señal telefónica convencional de las señales moduladas de la conexión mediante ADSL, y así permitir la conexión a Internet mientras se habla al unísono por teléfono.
Ideal para lugares donde la instalación de un nuevo cableado es costosa o se ve afectada por otros factores, muy cómoda al no interrumpir el teléfono y propiciar altas velocidades de conexión, tiene ciertas dificultades como el hecho de que requiere inversiones en equipamiento no solo en la central, sino también por el usuario, o que según algunos expertos la línea del abonado no debe estar situada a más de cinco kilómetros de la central telefónica.
No obstante, su uso se ha extendido por el mundo, dada la facilidad de la solución, y se utiliza en varios países no solo para proveer a las personas de servicios de Internet, sino incluso de televisión y video de alta calidad, con la integración de la transmisión por una misma línea de voz, datos y televisión.
Más allá de las soluciones en equipamiento o modalidades técnicas para aumentar las posibilidades de conexión, y con ello catapultar las bondades que ofrecen las nuevas tecnologías en materia de conocimiento y desarrollo económico, también se precisan cambios en la visión que tienen muchas personas con respecto a estas.
Las TICs no constituyen una solución mágica a los problemas de un ciudadano, empresa e incluso el país, pero sí contribuyen a aumentar la superación intelectual y profesional, abrir nuevas perspectivas de vida y hasta abaratar costos en la economía personal, a nivel empresarial y de nación.
Por ello si importante es tener acceso a las redes mundiales de datos que forman Internet, igualmente lo es contar con redes temáticas locales y nacionales fuertes, con abundante contenido y prestaciones, que si bien requieren inversiones iniciales fuertes podrían traer cuantiosos dividendos.
Mucho se ahorraría el país, por solo citar algunos ejemplos, en materia de impresión de libros y materiales científicos si la red educativa cubana se extendiera y fortaleciera con materiales diversos y variados, permitiendo el acceso de los estudiantes a bibliografía actualizada, como sucede ya en algunas universidades.
De indudable ayuda será también para la economía nacional el ahorro que significará que las personas puedan contar con sistemas de pagos on line o a través de cajeros automáticos de muchos servicios como electricidad, agua, gas o vivienda, que si bien funcionan en algunos casos todavía no son lo suficientemente masivos.
Estos cambios, muchos de los cuales están concebidos o ya se ejecutan parcialmente, requieren inversiones cuantiosas, pero su aplicación ahorrará mucho más.
Precisan, eso sí, de un cambio de mentalidad en nosotros mismos, pues nos gusten o no las nuevas tecnologías llegaron a nuestra vida… para quedarse.