Otra vez celebramos una fecha que cambió para bien nuestra historia, convertida en el transitar del tiempo en una de las citas con la Patria más genuinas y festejadas.
Se nutrió de la audacia y la valentía del Diez de Octubre, de Carlos Manuel de Céspedes, del Partido Revolucionario Cubano, de José Martí, de las enseñanzas de Gómez y Maceo, de la bravura de la gesta del 68 y el 95…
El arraigo popular por el 26 de Julio aflora genuino, precisamente porque resulta en sí un enlace de acontecimientos históricos de épocas diferentes, pero que en esencia tenían el idéntico fin de lograr un país libre y soberano.
La memorable frase de Fidel en el juicio por el ataque al cuartel Moncada de que Martí había sido el autor intelectual de aquella acción libertaria reveló tajantemente que la raíz de la Revolución venía de las cargas al machete; y años después, en el fervor del triunfo, a las puertas de Santiago proclamó que esta vez los mambises sí entrarán a la ciudad Santiago de Cuba.
Dijo la frase para aludir a esa página triste de la historia de Cuba, cuando en 1898, al tener lugar la rendición de las tropas españolas en la zona santiaguera, el jefe militar estadounidense impidió que los mambises entraran a la ciudad.
Se reverencia, en espacial, el comienzo de la lucha, el 26 de julio, porque aquel día ofrendaron sus vidas un grupo de valerosos jóvenes que señalaron el camino y mostraron, con su coraje y entrega, cómo a los que se habían adueñado de la república por la fuerza, por la fuerza había que echarlos.
Se comprende, entonces, la connotación con que se asume la evocación de aquellos hechos en actos, palabras y en realizaciones concretas.
En toda Cuba el convite se expandió en ciudades y pequeñas comunidades para pasar hasta el balance de lo hecho y lo que no se logró, de lo que tenemos y nos falta, y recalcar que seguimos montados en el carro victorioso del verde olivo.
El 26 de Julio lo celebramos como lo que es: fecha grande de la Patria, empezar de la epopeya que bajo la dirección de Fidel plantó la bandera de la dignidad.
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