Un adelanto del Sí que darán los villaclareños a la nueva Constitución está aflorando por estos días en los centros de trabajo de esta provincia, donde la potente voz proletaria expresa que acudirá a votar este 24 de febrero, día sublime de la Patria, para ratificar la ley de leyes, aprobada en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En encuentros, matutinos y asambleas de los colectivos obreros afloran argumentos sobre el porqué de la nueva Constitución, cuyo texto final fue redactado teniendo en cuenta los criterios y aportes realizados en la consulta popular.
En los efectuados hasta ahora los trabajadores coincidieron en que votar Sí es hacerlo por Cuba, por su historia y por la Revolución, que tantísimo ha dignificado.
El joven Oscar Hernández fue enfático al valorar lo que va a ocurrir: como en otras ocasiones, en las que se ha prestigiado nuestra democracia con la participación ciudadana para dirimir cuestiones esenciales, en esta el voto será para seguir adelante, con el objetivo de garantizar nuestro futuro.
La gente aprecia también, sobremanera, ver en el texto final cuestiones que sugirieron modificar, añadir e incluso suprimir, lo cual revela transparentemente que la voz diversa y múltiple de la sociedad se escuchó y se escucha.
En la calle a muchísimos se les ve con el tabloide en las manos o simplemente ojeándolo mientras disfrutan un café o comentan sobre la manera en que quedó redactado este o aquel artículo, signo del interés que ha despertado la nueva Constitución, que refleja los anhelos de la inmensa mayoría.
Mientras llega el 24 de febrero los preparativos para el referendo se avivan en este territorio, como en todo el país: acá están publicadas las listas de electores para facilitar que estos puedan revisar sus datos personales.
En la provincia funcionarán más de 1 500 colegios electorales, determinado número de estos situados en viviendas de familias que se ofrecieron para apoyar la votación.
Además, se cuenta con un amplio grupo de colaboradores de las universidades y la enseñanza media superior para supervisar, y también de juristas, con el fin de garantizar el cumplimiento de las exigencias de la Ley Electoral.