Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

12 de mayo: 365 días

Autor:

Juventud Rebelde

¿Cuánto la vida dura? /Acaso el ínfimo temblor de una piedra,/el preludio frágil antes del estruendo,/ que tornará la sombra enemiga en perpetuo viaje.

Los versos que anteceden estas letras nacieron con la urgencia de acortar los más de 13 000 kilómetros que separan a esta tierra de la República Popular China, poco tiempo después del terremoto que asoló el sureste de ese país. Han pasado 365 días desde la tragedia que dejó más de 68 000 muertos, 17 921 desaparecidos y más de 350 000 heridos. La solidaridad, inspiradora de poemas, y de cuanto gesto tuvimos los cubanos vuelve a convocar al recuerdo.

Fueron días tristes. Toda la gran nación se sumió en una honda angustia y se respiraba el dolor de tanta vida trunca, de tanta familia deshecha, de tantos huérfanos... Pensar en esas jornadas me devuelve el ruido ensordecedor de las millones de bocinas que sonaron en una paralizada Beijing, el primero de los tres días de duelo nacional. También llegan los rostros de aquellos hombres y mujeres que, apenas 72 horas después, ya tenían su bata blanca y sus mochilas listas para ayudar a las víctimas, aunque estas estuvieran al otro lado del mundo.

Era el momento de hacer algo. Por eso el pedido de Boris en su necesidad de entregar lo suyo para los que tanto sufrían: «Quiero que mi hermano me traduzca al chino este poema que acabo de escribir para subirlo a mi blog Habana713; por favor, recuérdaselo», y mi encuentro con los versos, Sichuan. 12 de Mayo.5.12, fueron una experiencia tan conmovedora como estar en el aeropuerto a la llegada de los colaboradores cubanos a Beijing, escucharlos luego contar sus experiencias, escribir de ello...

Todos nos dimos en esos días un pensamiento, un puñado de letras, el llanto contenido del niño porque sabía que papá o mamá no iban a estar por algún tiempo, y aun así sentirse orgulloso de ello, pues eran sus héroes de bata blanca; las noches de soledad, porque la esposa casi recién estrenada debía acompañar a los médicos para facilitarles el trabajo, gracias a sus conocimientos de chino; el temor de que la tierra volviera a temblar. También no pocos respiraron la seguridad de que allí estábamos los que, en representación de 11 millones de cubanos, trabajábamos para que el pueblo chino sintiera la solidaridad y el apoyo de la Isla en tan complejas circunstancias. A fin de cuentas, esas han sido premisas de las relaciones entre ambos países por casi medio siglo.

El gigante asiático recuerda la fecha. Vuelven a llorar a sus muertos y algunos se muestran sonrientes frente a sus nuevas casas. La recuperación avanza. La herida del mayor terremoto en ese país desde 1976 permanece.

Hoy China agradece la ayuda internacional recibida entonces, incluida la labor de los 35 especialistas cubanos (cirujanos, ortopédicos, radiólogos, electromédicos, técnicos de laboratorio, enfermeros, fisioterapeutas, pediatras, epidemiólogos y anestesiólogos), y también los mensajes de apoyo, las donaciones, los poemas...

Tras 365 días, Cuba y China continúan a más de 13 000 kilómetros... pero más cerca, por esas entrañables razones de amistad a toda prueba.

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