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Kindelán, rey de triple corona

En la historia de los torneos beisboleros organizados después de la instauración de las series nacionales solo tres bateadores han podido lidere en la misma temporada los casilleros de average, jonrones conectados y carreras impulsadas

 

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

La triple corona de bateo es una de las hazañas más difíciles de rubricar en el béisbol, para concretarla es necesario que un jugador lidere en la misma temporada los casilleros de average, jonrones conectados y carreras impulsadas.

Una prueba fehaciente de lo que afirmamos es que en la historia de los torneos beisboleros organizados después de la instauración de las series nacionales solo tres bateadores han podido concretar este hecho.

El primero en materializar la proeza fue el santiaguero Orestes Kindelán Olivares, quien en el certamen nacional de 1988-1989, resultó el champion bate de la zona oriental con .402 de promedio, así como el máximo productor de cuadrangulares, 24, y el principal empujador, 58.

Sin restar méritos a la actuación del Tambor Mayor, vale recordar que desde las versiones de 1987-1988 a 1991-1992 se premiaron los líderes de uno y otro circuito. De haberse reconocido uno solo, el industrialista Juan Bravo hubiera finalizado con el mejor average ofensivo del torneo con .414 y Juan Carlos Millán, de la entonces provincia Habana, habría culminado al frente de las impulsadas con 59.

En la Selectiva de 1992, el pinareño Omar Linares Izquierdo imitó a Kindelán, al promediar .398, largar 23 pelotas más allá de las cercas y fletar a 58 compañeros hacia la goma. Y en la II Súper Liga, 2003, el espirituano Frederich Cepeda Cruz también registró la proeza defendiendo el uniforme de Centrales, al compilar .435 de average, siete vuelacercas y 20 remolques, siempre aclarando que esta fue una lid corta de 20 juegos.

Tal vez muy pocos recuerden que el Cañón de Dos Ríos fue dueño de otras dos triples corona, ambas conquistadas en eventos internacionales y en un mismo año.

En 1990, el fornido pelotero encabezó el ataque en el 31er. Campeonato Mundial organizado en el mes de agosto en Canadá, con .588 de average, seis películas de cuatro esquinas y 19 empujadas, además de terminar al frente de los jits conectados, con 20 cañonazos; en anotadas, 18, —empatado con Omar Linares—, bases recorridas, 43 y slugging, 1265.

Tras su formidable actuación el nativo de Palma Soriano declaró: «Me siento inmensamente feliz de haber contribuido como lo hice al triunfo del equipo Cuba. Jamás en mi carrera he jugado con el pensamiento puesto en lideratos individuales o récords personales. Ni siquiera en la Serie Nacional de mi país me trazo metas de jonrones o carreras impulsadas. Siempre salgo a darlo todo por mi equipo, cualquiera que sea».

Transcurridos tres meses, en noviembre de ese año, el recio toletero criollo reeditó su labor en los 16tos. juegos Centroamericanos y del Caribe, escenificados en Ciudad de México, al adueñarse nuevamente de la triple corona, con .560 de average —igualado con su coterráneo Antonio Pacheco—, seis bambinazos y 15 fletados hacia la goma. Igualmente resultó el máximo productor de indiscutibles empatado también con Pacheco, con 14, y anotadas, 12.

De esta forma Orestes Kindelán se adjudicó su tercera triple corona, con la singularidad de haber obtenido dos de ellas en un mismo año en eventos foráneos, hecho que lo avalaron para ser nominado como mejor deportista masculino de Cuba en 1990.

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