Para desconcierto de la comunidad internacional, el régimen sionista no recibió la más mínima recriminación de parte de EE. UU. Autor: ABC News Publicado: 15/09/2025 | 09:54 pm
Sonriente, con los brazos tendidos, así avanzó Marco Rubio al encuentro del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu para un familiar abrazo entre aliados.
No pasa nada, todo sigue igual. El Secretario de Estado del trumpismo prometió un «apoyo inquebrantable» a Israel, instó a la eliminación de Hamás y restó trascendencia al impacto regional del bombardeo sionista a Doha, la capital de Catar, la pasada semana.
Netanyahu y Rubio emitieron una declaración conjunta el lunes por la tarde en la oficina del primer ministro israelí en Jerusalén tras su reunión oficial.
Eufórico con el resultado del encuentro, Netanyahu le dijo a Rubio: «Su visita a la capital eterna es una prueba contundente del vínculo entre nuestros países.»
Netanyahu afirmó que el ataque a Catar «no fracasó» y advirtió que «Israel atacará de nuevo» si es necesario.
Netanyahu y Rubio se mantuvieron unidos en Jerusalén y minimizaron el furor que, al menos por un breve tiempo, había desconcertado a la administración Trump. No hubo señales de frustración ni molestia por parte de Estados Unidos ante las últimas acciones de Israel, aunque el presidente Donald Trump había dejado claro su descontento con el ataque unilateral de Israel contra Hamás en Catar.
Envalentonado por el comprensivo apoyo a sus tropelías en Catar y toda la región, Netanyahu destacó que la visita de Rubio transmite el mensaje de que «Estados Unidos apoyó a Israel contra las mentiras medievales, el auge del antisemitismo en todo el mundo y los Gobiernos débiles que nos presionan porque ellos mismos se están derrumbando bajo presión».
En realidad, contrariamente a lo esperado por quienes presumían que Washington daría mayor atención a los posibles daños a la relación con Catar, la Casa Blanca reiteró su preferencia por el régimen sionista y su papel de gendarme regional.
Poco después de llegar a Israel el domingo, Rubio visitó el Muro de las Lamentaciones. «Creo que su visita aquí es un testimonio de la durabilidad y la fuerza de la alianza israelí-estadounidense», dijo Netanyahu a la prensa. «Es tan fuerte y duradera como las piedras del Muro de las Lamentaciones que acaba de tocar. Con el presidente Trump, el secretario Rubio y todo su equipo, esta alianza nunca ha sido más sólida».
El Departamento de Estado afirmó, por su lado, que el propósito del viaje era que Rubio transmitiera las prioridades de Estados Unidos en el conflicto entre Israel y Hamás, así como cuestiones más amplias relacionadas con la seguridad en Oriente Medio, reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la seguridad israelí.
El viernes, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente a favor de reactivar la solución de los dos Estados, en abierta oposición a la postura israelí.
Aliados de Israel como Reino Unido y Francia, junto con otras naciones occidentales, planean reconocer el Estado palestino en una reunión de la ONU este mes, exasperados por la conducta israelí en Gaza y en Cisjordania ocupada.
Londres y París, junto con Berlín, también pidieron detener de inmediato la ofensiva en la ciudad de Gaza.
Brian Katulis, investigador del Middle East Institute, adelantó que era muy poco probable que Rubio presionara a Israel hacia un alto el fuego.
«Hay una pasividad alarmante a la hora de lograr un cese al fuego en Gaza», dijo el experto.
Por su parte, el primer ministro catarí, Mohammed Al Thani, declaró que el ataque de Israel contra funcionarios de Hamás en Doha la semana pasada no impedirá que Catar continúe sus esfuerzos, junto con Egipto y Estados Unidos, para mediar en el fin de la guerra genocida en Gaza.
Líderes de estados musulmanes y árabes, como Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y la Autoridad Palestina, se reunieron en Doha para debatir posibles medidas legales y diplomáticas en respuesta al ataque israelí en la capital catarí.
Los participantes debatieron maneras de ejercer presión sobre la administración Trump para prevenir ataques similares en el futuro y exigir la intervención directa del Presidente en el fin de la guerra en Gaza.
En opinión del analista Zvi Bar’el, en el influyente diario Haaretz, la reunión árabe-islámica en Doha pretendía «enviar un mensaje contundente a Estados Unidos para que cumpla con su obligación de garantizar la seguridad de sus aliados frente a otro aliado que, aunque ha firmado acuerdos de paz con algunos de ellos, sigue comportándose como un enemigo».
En realidad, el intento de asesinato del liderazgo de Hamás en Catar, orquestado por Netanyahu, puso a Trump contra la pared, y aunque Rubio intente ahora «arreglar el pastel», el episodio reveló el desespero de Netanyahu ante un flagrante fracaso político-militar, que la propia matanza de Gaza y su saldo hasta ahora de más de 200 000 víctimas, entre muertos y heridos, solo consigue ilustrar mejor la naturaleza criminal del régimen de apartheid sionista.