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Manifestación en repudio a la expansión de la OTAN y el fomento de conflictos bélicos. Autor: Campaign for Nuclear Disarmament Publicado: 12/11/2022 | 09:13 pm
Une los puntos y descubrirás la figura escondida. El entretenimiento de no pocas publicaciones dominicales en cualquier lugar nos sirve para sacar a la luz la imagen con que se muestra el mundo y sus entresijos más horrendos. El egoísmo, que lleva al borde del abismo bélico, en aras de las ganancias exorbitantes de unos pocos frente a las escaseces y aprensiones de muchos.
Punto Uno «No podemos aflojar»
La noticia la trajo The New York Times, el 4 de noviembre de 2022: El Pentágono anuncia que está estableciendo un nuevo comando, con sede en Alemania, de nombre Grupo de Asistencia de Seguridad-Ucrania, o SAG-U, para que no resulte muy difícil de recordar. Supervisará el entrenamiento y equipamiento del ejército ucraniano durante su lucha contra Rusia.
Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono, explica a los periodistas que SAG-U «garantizará que estemos posicionados para continuar apoyando a Ucrania a largo plazo»… EE. UU. está «comprometido con Ucrania durante el tiempo que sea necesario».
Esa última frase es bien conocida por repetida. «Seguiremos apoyando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario», dijo Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN en Bruselas, unas semanas atrás. A su lado el secretario de Defensa Lloyd Austin lo aplaudió: «Estoy absolutamente de acuerdo contigo y no podría haberlo dicho mejor».
La modestia de Austin es falsa, él ya lo había dicho mucho antes, el 15 de junio también en Bruselas: «Apoyaremos a Ucrania el tiempo que sea necesario». «No podemos aflojar, no podemos perder fuelle».
Lo dijo el G7, hay que «mantenerse firmes con Ucrania durante el tiempo que sea necesario», y, por supuesto, el presidente Joseph Biden, en la Cumbre de la OTAN en Madrid, el 29 de junio: Estados Unidos y sus aliados de la OTAN apoyarán a Ucrania «el tiempo que sea necesario» para que no sea «derrotada por Rusia».
Punto Dos: Armar hasta los dientes
Cada una de esas declaraciones de Washington va acompañada de un buen paquete de armas. El del comando SAG-U fue precedido por 400 millones de dólares adicionales para Ucrania que incluye tanques y drones mejorados. Es la ronda 25 de «asistencia a la seguridad» aprobada por Biden este año.
El Pentágono reconoce casi 19 000 millones de dólares en ayuda militar oficial y directa; pero el Instituto Kiel para la Economía Mundial la sitúa en 28 000 millones de dólares.
No para ahí la cuenta. Cuando se suman las cantidades prometidas por el presidente Joseph Biden en su pretensión de lograr la «derrota estratégica» de Rusia, el monto solo para Ucrania se eleva a 67 000 millones de dólares, lo que sobrepasa el total del presupuesto militar ruso del año 2021.
Punto Tres: Organizar e intensificar la guerra
Junto con las armas está el entrenamiento para extender la conflagración. El sitio digital The Gray Zone obtuvo documentos reveladores de los planes de una célula de inteligencia militar británica que organiza y entrena a un ejército encubierto para atacar objetivos rusos en Crimea.
Ate cabos: drones hacen blanco en el buque insignia de la flota rusa del Mar Negro en Sebastopol; las explosiones de los oleoductos Nord Stream; la voladura del puente Kerch, que une a Crimea con Rusia continental, mediante un camión-bomba suicida. Como respuesta, una escalada de los ataques rusos contra la infraestructura de Ucrania.
Unos 10 000 efectivos ucranianos han sido entrenados en el Reino Unido en este año; pero ni piense que los británicos tienen la primicia y el monopolio, ni son los únicos tras la ola de sabotajes, ni el ejercitar de los ucranianos.
En octubre, The Intercept informó que las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. están en el terreno en Ucrania como parte de una amplia operación encubierta que incluye personal de la CIA, lo que aumentó el número de ese personal previo al 24 de febrero.
Agregó que a la callada Biden ha notificado al Congreso de un «amplio programa de operaciones clandestinas dentro del país (Ucrania)», amparado en un plan original del Gobierno de Obama. Recordemos el papel en el golpe de Estado de 2014, motor que echó a andar los actuales acontecimientos.
En junio, The New York Times reportó que también tienen tropas de operaciones especiales en Ucrania Gran Bretaña, Francia, Canadá y Lituania.
Punto Cuatro: ¿Negociar o debilitar a Rusia?
La estrategia de demolición de esas operaciones encubiertas durante la actual contraofensiva ucraniana, lleva a una intensificación de la conflagración y socava cualquier paso hacia una negociación de paz, desalentada tempranamente por Washington y Londres.
Un funcionario del Departamento de Estado le dijo al diario The Washington Post que el tema de poner fin a la guerra es «una decisión que deben tomar los ucranianos»… «el trabajo de Washington ahora es ayudarlos a estar en la mejor posición militar en el campo de batalla… para ese día en que elijan ir a la mesa diplomática».
El presidente Volodomir Zelensky endureció su posición y firmó un decreto que descarta las conversaciones de paz con Rusia mientras Vladimir Putin sea presidente. A su vez, Putin llamó a volver a la mesa de negociaciones, pero advirtió de que la opción hecha por las denominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las regiones de Jersón y Zaporiyia de unirse a Rusia es «definitiva».
Parecería que está cerrado el dominó para la diplomacia.
El ex oficial de Inteligencia suizo y asesor de la OTAN, Jacques Baud ha dicho que el objetivo de Occidente «no es la victoria de Ucrania, es la derrota de Rusia». «El problema es que a nadie le importa Ucrania. Acabamos de instrumentalizar Ucrania con el propósito de los intereses estratégicos de Estados Unidos, ni siquiera los intereses europeos».
Sin embargo, el lunes 7 de noviembre Zelensky dijo que está abierto a
conversaciones con Rusia, y fijó condiciones difíciles de aceptar: retirada de Rusia del territorio capturado; que pague compensación por daños de guerra y se procese por presuntos crímenes de guerra rusos, reportó AP.
La publicación Politico informó que Zelensky cambió su posición después de ser presionado durante varios días, un esfuerzo que incluyó conversaciones en persona con el asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan, aunque un alto funcionario de la administración Biden le dijo a Politico: «Eso no significa que tengan que ir a la mesa de negociaciones en este momento. Ni siquiera creemos que ahora sea el momento adecuado en función de lo que Rusia está haciendo».
Es notable la doble cara de Washington.
Punto Cinco: Los ricos ganan, los pobres mueren
En esta semana que concluye, Lockheed Martin se ha adjudicado un contrato de 581,2 millones de dólares para suministrar a la Marina de los Estados Unidos más misiles balísticos nucleares lanzados desde submarinos UGM-133A Trident II, del que también se beneficiará el Reino Unido. El trabajo se realizará fundamentalmente en el estado de Florida.
No es el único premio que ha recibido esa compañía. Está el aumento de la producción de los HIMARS (Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad), un arma de gran demanda ahora, porque se dice que ha tenido un efecto descomunal en el campo de batalla. Estonia y Polonia se embullaron y Kiev quiere más.
Otros líderes mundiales en el sector militar que acompañan la bonanza son Boeing, Raytheon y Northrop Grumman.
Los dineros están garantizados por la Ley de Autorización de Defensa Nacional del año fiscal 2023, presupuesto del Departamento de Defensa que comenzó este octubre y autoriza 847 000 millones de dólares para gastos, un aumento del 8 por ciento respecto a 2022.
Aprovechando a Ucrania como argumento, los legisladores le han dado poderes de tiempo de guerra al Pentágono para que pueda comprar grandes cantidades de artillería y otras municiones utilizando contratos de varios años; a omitir la contratación competitiva para acuerdos relacionados con Ucrania y renuncia otras disposiciones destinadas a evitar que los fabricantes de armas cobren de más a los contribuyentes, según Defense News.
Ya conectó los puntos del baño de oro de los billonarios. Entonces podrá deducir mejor cuál es la figura que está detrás de cada uno de estos hechos. Parece un juego pero no.
