Irán, el país más afectado en Oriente Medio con más de 60 000 casos de contagio de COVID-19 reconocidos oficialmente Autor: AP Publicado: 07/04/2020 | 11:06 pm
Tras otra dramática jornada de 133 fallecidos por la Covid-19 y un total de 3 872 muertos, Irán instó este martes a la comunidad internacional a ignorar las sanciones de Estados Unidos y ayudar al país en su lucha contra la pandemia.
«Hacemos un llamado a todos los países del mundo civilizado para que no apliquen las medidas inhumanas, ilegales e injustas», dijo Abbas Mousavi, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Irán, el país más afectado en Oriente Medio con más de 60 000 casos de contagio reconocidos oficialmente, ha denunciado de forma reiterada las dificultades para adquirir equipos médicos y material sanitario en el mercado internacional debido a las trabas impuestas por Washington.
«Hemos transmitido un mensaje a todos los países y a los funcionarios estadounidenses para denunciar las medidas de embargo que son injustas e ilegales, y que deberían suspenderse bajo estas condiciones», agregó en un comunicado Mousavi.
El presidente Donald Trump lanzó de manera unilateral su campaña de «máxima presión» sobre Teherán en 2018, después de retirarse del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), negociado con el Grupo 5-1, integrado por Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia, China y Alemania.
Las negociaciones del también conocido como «acuerdo nuclear de Irán» concluyeron en 2015, durante la administración del demócrata Barack Obama, quien puso fin a un largo período de tensiones, que mantuvieron latente el peligro de una guerra de incalculables consecuencias en Oriente Medio.
Sin embargo, Trump rompió el compromiso de Estados Unidos y retomó la confrontación con Teherán, alegando imperfecciones del Acuerdo que le permitirían a la nación persa desarrollar un arma nuclear.
El régimen de «máxima presión» procura doblegar a la República Islámica mediante el hambre y las enfermedades, de ahí que la pandemia de la Covid-19 se haya convertido en un arma adicional de la Casa Blanca para sus pretensiones.
Aunque la administración Trump niega que haya sanciones sobre medicamentos o asistencia humanitaria para Irán, bancos y compañías rehúsan facilitar remesas o intercambios con Irán, por miedo a verse castigados por las sanciones de Washington.
Según Human Rights Watch, las medidas punitivas han devastado el sistema de salud y obstaculizado la capacidad de los iraníes comunes para acceder a la atención médica.
Las sanciones —subrayan— también han impactado más ampliamente a los iraníes, al provocar cierre de negocios privados y forzar el desplome del valor de su moneda, el rial.
Un grupo de 24 altos diplomáticos y funcionarios de defensa, incluidos cuatro ex secretarios generales de la OTAN, instaron la víspera a Trump a levantar las sanciones, para salvar «potencialmente cientos de miles de vidas» en todo Oriente Medio.
Los iraníes, dijo el grupo, se enfrentan a «uno de los momentos más oscuros de su país en la memoria viva.
«Llegar a través de las fronteras para salvar vidas es imprescindible para nuestra propia seguridad y debe anular las diferencias políticas entre los gobiernos», agrega.
El grupo de firmantes incluye a ex funcionarios de los gobiernos de George Bush, William Clinton y Barack Obama, entre ellos la exsecretaria de Estado, Madeleine Albright, y los ex secretarios de Defensa William Cohen y Chuck Hagel.
Asimismo, el ex secretario del Tesoro, Paul O'Neill; el ex diplomático principal de los Estados Unidos en el acuerdo con Irán, William Burns; y el ex secretario general de la OTAN, George Robertson.
Otros signatarios sobresalientes son el ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica Hans Blix; la ex jefa de asuntos exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini; y la ex directora general de la Organización Mundial de la Salud, Gro Harlem Brundtland.
Conscientes de la influencia de Irán en Oriente Medio y la grave crisis humanitaria que atraviesa, los experimentados funcionarios apelan a una mínima dosis de sentido común en la Casa Blanca, que evite riesgos catastróficos en la volátil región.