Con aire de mafioso, Stone llegó el jueves a la corte. Autor: Tomado de Internet Publicado: 20/02/2020 | 09:07 pm
Roger Stone, exasesor del presidente de Estados Unidos Donald Trump, fue condenado este jueves a 40 meses de prisión por mentir ante el Congreso, manipulación de testigos y obstrucción de la investigación de la Cámara de Representantes sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
En concreto, en noviembre pasado un tribunal federal de Washington D.C. lo había declarado culpable de sostener cinco mentiras diferentes, algunas relacionadas con la existencia de una serie de correos electrónicos que habrían afectado a la candidatura de Hillary Clinton en aquellos comicios, y otras que se referían a conversaciones que el propio Stone sostuvo con funcionarios de campaña de Trump y con un supuesto intermediario de WikiLeaks.
Entonces, la CNBC indicó que la sentencia de culpabilidad —que le sería dictada el 12 de febrero de este 2020— podría traducirse en una pena de hasta 20 años, incluso otras fuentes mediáticas hablaban de un plazo condenatorio de hasta 50 años…
Sin embargo, apenas habían transcurridos unos minutos después de ese veredicto, en Twitter apareció el presidente Trump con sus comentarios, quizá un poquito menos ácidos y amenazantes que los que profirió Stone durante el proceso, y que hicieron que la jueza de distrito Amy Berman Jackson le prohibiera utilizar las redes sociales.
En el caso del mandatario, este calificó el dictamen del 12 de febrero, emitido por un jurado de 12 personas, como expresión de «una doble moral como nunca antes se ha visto en la historia de nuestro país».
Ahora, la jueza de distrito Amy Berman Jackson, al dictar condena, declaró que Stone —quien es un veterano experto en comunicación y uno de los confidentes de Trump de más larga data— merecía pasar bastante tiempo entre rejas por sus delitos, pero también disminuyó la condena de entre siete y nueve años recomendada por el Departamento de Justicia porque le pareció excesiva.
«La verdad todavía importa. La insistencia de Roger Stone de que eso no importa, el orgullo que muestra sobre sus propias mentiras son una amenaza para nuestras instituciones fundamentales, que son las bases mismas de nuestra democracia», dijo la Jueza de distrito al dictar la sentencia que está acompañada de una multa de 20 000 dólares.
Trascendió que durante el proceso, la Jueza le prohibió a Stone subir contenidos a las redes sociales, después de que publicó una foto de la magistrada con un signo que emulaba un tiro al blanco.
La decisión judicial de Jackson se produce en medio de una obstinada defensa de Trump de su amigo y colaborador. El mandatario reprochó la recomendación inicial del Departamento de Justicia que pretendía un mínimo de siete años de prisión para el exasesor, y la tildó de «error judicial», tras lo cual el fiscal general, William Barr, le dio marcha atrás a esa recomendación —no sin antes haber dicho algo insólito entre los empleados de Trump: que le resultaba «imposible» realizar su trabajo con el ruido que provocaban los continuos tuits en @realDonaldTrump, un atrevimiento que muchos han pagado con la cesantía o una dimisión «voluntaria» de las filas del séquito presidencial.
Esa segunda decisión de Barr —la disminución de la pena pedida— provocó que los cuatro fiscales del caso se retiraran. Aaron Zelinsky, Jonathan Kravis, Adam Jed y Michael Marando intentaban con ese gesto salvar la honrilla del sistema judicial estadounidense. Por supuesto, estallaron las redes sociales y las declaraciones a los medios de grupos de juristas y de defensa de los derechos civiles. Incluso se pidió la renuncia del Fiscal General.
Sin embargo, nada de eso hizo mella en Trump, quien utilizando nuevamente su cuenta en Twitter levantó mayor polvareda al asegurar que él «tiene el derecho legal» de intervenir en casos judiciales, lo cual ponía en entredicho la independencia de poderes establecida en la Constitución.
Por supuesto, ese enredo trajo imputaciones bien fuertes sobre el Departamento de Justicia, al que se acusó de estar amoldándose a las presiones del jefe de la Casa Blanca y, por tanto, politizando la justicia.
Para completar el panorama, mientras el abogado del tramposo Stone, Seth Ginsberg, lamentaba que lo que consideraba campaña en su contra eclipsaba a un hombre espiritual sin antecedentes penales, que ha servido como mentor, ama a los animales y se dedica a su familia, circulan ya rumores y especulaciones que bien pudieran llegar a hacerse realidad: Trump perdonará o conmutará la pena a Roger Stone.
Politico Magazine informó el jueves por la mañana, lo que al parecer comentó un exfuncionario de la Casa Blanca no identificado: «No se trata de si..., sino de cuándo» hará uso de su prerrogativa presidencial de perdonar…