Lula tiene que ser liberado y el proceso tiene que ser anulado, afirmó la presidenta del Partido de los Trabajadores Autor: Internet Publicado: 25/01/2019 | 11:01 pm
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde hace casi un año ha expresado que es el momento para enfrentar a la extrema derecha en las calles, informa PL.
Así lo afirmó Moisés Selerges, director del Sindicato de los Metalúrgicos de la zona industrial ABC, en Sao Paulo, que, junto a João Paulo Rodrigues, de la dirección del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), visitó al exmandatario en la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
De acuerdo con ambos dirigentes obreros, Lula pidió a la militancia progresista hablar sobre política con «ojos en los ojos» y enfrentarse a la extrema derecha en las calles.
Selerges, quien estuvo con el exjefe de Estado en los momentos de su arresto, señaló que cuando ahora lo visitó encontró a «una persona indignada, una persona inocente».
Ambos visitantes aseguraron que la mayor preocupación de Lula es con la soberanía brasileña.
«Él (Lula) percibe el desgobierno de Jair Bolsonaro y las consecuencias gravísimas para los rumbos del país. Está preocupado por las privatizaciones, con la entrega de puntos sensibles, como la base de Alcántara, y que discutir soberanía es pensar en los problemas de la población», afirmó Rodrigues.
Refirió que el exmetalúrgico está convencido de que la población comienza a percibir sobre su persecución, la historia lo absolverá y quiere que el tribunal también lo haga.
Desde el 7 de abril Lula permanece preso en Curitiba cuando comenzó a cumplir la pena de 12 años y un mes impuesta por el Tribunal Regional Federal de la cuarta región por presuntos hechos de corrupción.
El expresidente fue objeto de una segunda condena en febrero en la operación anticorrupción Lava Jato, esta vez a 12 años y 11 meses.
De acuerdo con ambos dirigentes obreros, Lula pidió a la militancia progresista hablar sobre política con «ojos en los ojos» y enfrentarse a la extrema derecha en las calles.
Selerges, quien estuvo con el exjefe de Estado en los momentos de su arresto, señaló que cuando ahora lo visitó encontró a «una persona indignada, una persona inocente».
Ambos visitantes aseguraron que la mayor preocupación de Lula es con la soberanía brasileña.
«Él (Lula) percibe el desgobierno de Jair Bolsonaro y las consecuencias gravísimas para los rumbos del país. Está preocupado por las privatizaciones, con la entrega de puntos sensibles, como la base de Alcántara, y que discutir soberanía es pensar en los problemas de la población», afirmó Rodrigues.
Refirió que el exmetalúrgico está convencido de que la población comienza a percibir sobre su persecución, la historia lo absolverá y quiere que el tribunal también lo haga.
Desde el 7 de abril Lula permanece preso en Curitiba cuando comenzó a cumplir la pena de 12 años y un mes impuesta por el Tribunal Regional Federal de la cuarta región por presuntos hechos de corrupción.
El expresidente fue objeto de una segunda condena en febrero en la operación anticorrupción Lava Jato, esta vez a 12 años y 11 meses.