Kim Jong-un dio la bienvenida a Miguel Díaz-Canel en Pyongyang. Autor: Estudios Revolución Publicado: 04/11/2018 | 02:31 pm
PYONGYANG.-Todo ha sido intenso y emotivo desde el primer momento y hasta el más reciente que pueda reportarse sobre la visita del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Ya habían transcurrido este domingo unos minutos después de la una de la tarde (hora local), cuando el mandatario de la Isla fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Pyongyang por su homólogo Kim Jong Un, Presidente del Partido del Trabajo de Corea (PTC), Presidente del Comité de Estado de la RPDC, y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea.
En un escenario impregnado por el ritmo de una banda de música, y engalanado por la marcialidad militar de una guardia formada para la ocasión —donde cientos de personas agitaban flores coloridas y alzaban sus voces al unísono en gesto de acogida—, Kim Jong Un fue al encuentro de Díaz-Canel. Tras saludarse jovial y alegremente, ambos recorrieron juntos unos veinte kilómetros por avenidas que en largos tramos tenían a cada lado a miles de ciudadanos saludando efusivamente a los dos dirigentes.
En un punto del camino los mandatarios subieron a un coche descapotable desde el cual siguieron avanzando mientras saludaban al pueblo. Desde el principio del trayecto podían avistarse los matices grises y rojizos de un paisaje natural timbrado por bosques de una vegetación hermosísima. Y una vez en el centro de la ciudad, se presentaban en toda su sobriedad y con espacios anchurosos las obras arquitectónicas que forman parte del esfuerzo, la identidad y el orgullo del país amigo.
Poco después tuvieron lugar las Conversaciones Oficiales entre ambos mandatarios. El encuentro tuvo en sí el espíritu de una cercanía que tiende a acrecentarse. Las fraternales relaciones entre Cuba y la República Popular Democrática de Corea tienen un carácter histórico basadas en la amistad entre el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y el gran líder, Kim Il Sung.
Ambos dirigentes actuales ratificaron la importancia que conceden a la continuidad, fortalecimiento y consolidación del diálogo político y los intercambios de alto nivel como vías para garantizar la defensa de la construcción de sociedades socialistas, así como la trascendencia de ampliar los nexos bilaterales.
El arte, el mejor lenguaje
Como un regalo del Presidente del Comité de Estado de la RPDC al Presidente de la Isla Caribeña, tuvo lugar la función conjunta de canciones y bailes de artistas de Pyongyang en el Estadio «Ryungyong Jong Ju Yong».
Valió la pena presenciar la gala artística dedicada a Díaz-Canel y a la delegación que le acompaña en su visita oficial: la música orquestal y los coros allí escuchados resultaron ser, en honor a la verdad, de una exquisitez innegable. Se entrelazaban versiones de canciones cubanas con otras nacidas del país asiático. Las voces impecables de los intérpretes, y las melodías donde abundaba el fino toque de los violines, hacían de la función un suceso digno de admirar.
Hubo varias notas altas de emociones: la llegada al recinto de los dos presidentes; escuchar dos versiones muy depuradas de los himnos de sendos países; presenciar la interpretación, por un coro, del Himno del 26 de Julio, o de la Guajira Guantanamera de Joseíto Fernández, o de Damisela encantadora de Ernesto Lecuona.
«Cuba, qué linda es Cuba…», entonaron en algún momento de la Función artística unas jóvenes coreanas; y algo como eso, al igual que la canción desde la cual se expresaba «Cuba sí, yanqui no», enternecía el alma.
Especialmente emotiva resultó ser la evocación del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Mientras su imagen aparecía en una pantalla ubicada desde el escenario, y se producía una ovación cerrada, resultaba inevitable pensar que aquí Cuba inspira admiración y especial cariño.
Dos presidentes hablan de la amistad
Al final de la jornada del primer día de Díaz-Canel en tierra norcoreana, y durante una cena de bienvenida ofrecida por Kim Jong Un al Presidente cubano y a la delegación que le acompaña, la ocasión resultó propicia para que ambos mandatarios compartieran ideas sobre el valor de esta visita oficial.
El mandatario anfitrión dijo a los presentes: «Permítame aprovechar esta ocasión desbordante de sentimientos, compañerismo y sinceridad, para expresar las más calurosas y sinceras bienvenidas al Presidente que se encuentra de visita en nuestro país».
Le confirió especial valor, y así lo hizo saber en la cena, a recibir por estos días, cuando su pueblo celebra el aniversario 70 de la fundación de su Estado, «a los queridos compañeros cubanos», quienes recorrieron largas distancias para llegar.
«Si nuestro primer encuentro de hace tres años, dijo Kim Jong Un, fue una ocasión histórica y prometedora en las relaciones entre Corea y Cuba, el de hoy será histórico punto decisivo que manifiesta la firme voluntad de los dos partidos y pueblos que desean desarrollar invariable y eternamente la tradición y la historia de amistad».
El mandatario destacó que las relaciones de amistad entre ambos partidos y pueblos se desarrollaron enraizadas en las relaciones revolucionarias, morales y de camaradería establecidas entre los líderes de ambos países.
Igualmente definió a la lucha antimperialista como una lucha común entre las dos naciones. Y afirmó a Díaz-Canel en otro momento de sus palabras: «me siento regocijado por poder asegurarle que el porvenir de nuestros dos países sea ayudarnos mutuamente».
Por su parte Díaz-Canel habló de altísimo honor por estar nuevamente de visita en esta hermana República Popular Democrática de Corea. Y seguidamente expresó: «soy portador de un caluroso abrazo para el pueblo norcoreano, de parte del General de Ejército Raúl Castro Ruz y de todo el pueblo de Cuba.
«Nuestras relaciones son históricas y se basan en el respeto mutuo y la admiración. Esas históricas relaciones fueron fundadas por la amistad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del gran líder, Kim Il Sun, que han sido continuadas y fortalecidas por la labor de Kim Jong Il y del General de Ejército Raúl Castro; y tanto el camarada Kim Jong Un como yo en las conversaciones oficiales que sostuvimos hoy en horas la tarde, nos hemos comprometido a continuar fortaleciendo y ampliando esas relaciones para que perduren por toda la vida».
«Esta es una visita, señaló, de continuidad, de ratificación y de compromiso».
El Presidente cubano agradeció el masivo recibimiento, la hermosa gala artística, y todas las muestras de amistad y simpatía del pueblo norcoreano. Son momentos, dijo, que no olvidaremos en nuestras vidas. Y no pasó por alto el apoyo que la Isla ha tenido del país asiático en su lucha contra el bloqueo.
Sobre las Conversaciones oficiales sostenidas este domingo con su homólogo, el Presidente cubano las calificó de «interesantes, francas, amenas y honestas», en las cuales se ratificó seguir trabajando para fortalecer las relaciones mutuas.