Derechos Humanos Autor: Adán Iglesias Publicado: 15/10/2018 | 08:16 pm
NUEVA YORK, octubre 15.— Cuba participó este lunes en el Diálogo Interactivo con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, el cual tuvo lugar en el seno de la 3ra. Comisión de la ONU.
La representante permanente de Cuba ante la organización, Anayansi Rodríguez Camejo, intervino para denunciar la creciente politización en el tratamiento de la cuestión de los derechos humanos, en particular contra países del Sur. Ello, agregó, viola los principios de objetividad, no selectividad e imparcialidad, que Naciones Unidas desea imprimirle al análisis del concepto.
La embajadora expuso como el más reciente ejemplo el evento contra Cuba que el Gobierno de Estados Unidos pretende realizar este martes 16 de octubre en la sala del Ecosoc, uno de los órganos principales de la ONU, usar el nombre y los predios de las Naciones Unidas para atacar a uno de sus Estados miembros, en clara violación de los propósitos y principios de la Carta y el Derecho Internacional, y de las normas de esta organización para la celebración de sus reuniones.
El evento forma parte de una campaña difamatoria contra Cuba, constituye además un nuevo ultraje a la soberanía del pueblo cubano y un irrespeto a su libre determinación, lo cual, aseguró la diplomática, enfrentará el más enérgico rechazo y condena.
La embajadora Anayansi Rodríguez —quien pidió a la Secretaría de las Naciones Unidas que no permita una agresión de manipulación de los derechos humanos contra uno de sus Estados miembros— enfatizó que el Gobierno de Estados Unidos carece de toda autoridad moral para juzgar a Cuba, cuando su actual administración impulsa una agenda de ideas supremacistas, racistas y xenófobas.
El pasado 12 de octubre, un comunicado de prensa del Departamento de Estado de EE. UU. informó de su intención de utilizar la sala de Ecosoc para lanzar una insultante y falaz campaña contra Cuba.
El evento constituye una farsa política del peor gusto, edificada sobre falsos argumentos y con actores de reparto, algunos de procedencia cubana, quienes con oscuro historial al servicio de una potencia extranjera se suman a la escalada de acciones contra Cuba de la actual administración norteamericana, enfrascada en justificar la política genocida de bloqueo económico, comercial y financiero contra la Isla, dijo la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.
Ante estos sucesos, la embajadora Anayansi Rodríguez Camejo dirigió una carta de protesta, con fecha 13 de octubre, al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y a otros altos funcionarios de la Secretaría en la que recuerda que las normas relativas a la utilización de las salas de conferencias establecen claramente que solo se realizarán los eventos que se encuentren en consonancia con los propósitos y principios de las Naciones Unidas y estén justificados por su pertinencia para la labor de la Organización.
En consecuencia, la representante cubana en su misiva «solicita que se cancele la realización del evento planificado por Estados Unidos dentro del perímetro de las instalaciones de las Naciones Unidas y se realice una investigación interna a fin de determinar las responsabilidades por las violaciones apuntadas» y espera que la Secretaría haga valer las normas establecidas, actúe en consonancia con la Carta de la ONU y, en consecuencia, cancele la realización de dicho evento en las instalaciones de la Organización.
La política de Donald Trump hacia Cuba se ha ido endureciendo a medida que su equipo se ha ido nutriendo de funcionarios de origen cubano como Mauricio Claver-Carone, nombrado en TAL FECH director de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca que dirige el ultrahalcón John Bolton, otro destacadísimo anticubano que en el año 2002 acusó a Cuba de poseer armas biológicas.
Claver-Carone fue director ejecutivo del comité de acción política US-Cuba Democracy, un ente de cabildeo que tiene por objetivo promover un «cambio de régimen» en Cuba, y director de Cuba Democracy Advocates, otro grupo con iguales propósitos.